El mundo se encuentra en una constante lucha contra la extinción. La cual es ocasionada, principalmente, por los excesos que el hombre ha cometido en contra del ambiente, que ha comenzado a pasar factura. Sin embargo, y a pesar de las diferencias ideológicas y de otros tipos existentes, la humanidad se unió en el 2024 para evitar su eventual aniquilamiento y ha triunfado… por ahora.
Las energías renovables: una fuente para cuidar el ambiente
Las energías renovables son una alternativa que tiene el mundo de proveerse de electricidad que es limpia, sin emisiones de gases de efecto invernadero, que son originadas de elementos prácticamente inagotables y que no se degradan con el tiempo o por el uso. Esto es aplicable para todas las etapas del proceso de transformación energética, desde el inicio hasta llegar al consumidor final.
Ahora, el crecimiento de las renovables se ha visto acompañado por un desmantelamiento masivo de las instalaciones de energía no renovable ocurrido en varias regiones de España, durante el pasado año. Esto ha hecho que se note aún más su protagonismo en los diferentes procesos y sectores. Aunque es claro que falta mucho por hacer.
La forma en que el mundo se unió en el 2024 para no extinguirse
En el año 2024 ocurrió algo impensable: la unión de todos los países del mundo para tomar acciones que eviten la extinción de la humanidad. Esto se hizo mediante la masificación de instalaciones de energía renovable en todo el planeta, la que alcanzó en 2024 el récord de 585 GW nuevos instalados, lo que significa un aumento respecto al 2023 del 15,1 %. La energía renovable instalada a nivel global se ubica en 4448 GW.
Estas cifras son aportadas por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) en su informe “Estadísticas de capacidad renovable de IRENA 2025”. El mismo refleja que China fue la que más aportó para este crecimiento con un 64 % de la nueva potencia. Mientras que el G20 contribuyó con el 17,8 %, el G7 el 15 % y América con un 3,2 %.
En referencia al crecimiento por fuente de energía se tiene que la fotovoltaica sigue liderando con 1865 GW para un incremento del 32,2 % en comparación con el 2023 siendo China quien más añadió a este aumento con 278 GW. Luego sigue, sorprendentemente, la hidráulica con 1283 GW teniendo de nuevo al gigante asiático como principal impulsor.
En tercer lugar, se ubica la energía eólica, que tuvo un leve descenso de 113,2 GW para alcanzar los 1133 GW teniendo a China como el más grande aportante con 79,9 GW seguida por los Estados Unidos con 5,1 GW. Después tenemos la bioenergía con un repunte de 4,6 GW siendo Francia y China quienes más potencia de este tipo instalaron con 1,3 GW por país.
En esta estadística se incluyen las instalaciones eléctricas fuera de la red que reflejan el incremento de la tecnología de las renovables en sitios remotos (y el almacenamiento de energía). Así se obtuvo un crecimiento de 14,3 GW. En este crecimiento, la mayoría de los países del mundo aportaron en mayor o menor grado ya que entendieron los beneficios para la humanidad.
Aún estamos lejos del objetivo mundial de energías renovables
A pesar de que estos números parecieran esperanzadores, todavía hay mucho camino para recorrer para alcanzar las metas fijadas para el 2030 que es triplicar la potencia eléctrica renovable. Teniendo en cuenta que solo faltan cinco años, IRENA estima que se debe incrementar esa energía en el mundo un 16,6 % por año. Queda mucho trabajo como la adaptación de la red de transmisión a las nuevas fuentes.
Como conclusión, a pesar de las diferencias ideológicas, todos los países del mundo se unieron este 2024 para incrementar la disponibilidad de potencia verde, logrando un nuevo récord (aunque también hay cierto peligro en la producción de energías renovables). Pero, aun así, esto no es suficiente para lograr los objetivos ambientales establecidos en el Acuerdo de París.
