Viajar en avión, especialmente en la clase turista, se ha convertido en una experiencia cada vez más incómoda. Cosas que antes eran normales en el vuelo, ahora están en riesgo o, peor aún, se están convirtiendo en un servicio extra por el que hay que pagar. Una aerolínea canadiense ha tomado una decisión que ha dejado a todos muy disconformes. Supuestamente lo hacen por el bien de los pasajeros, pero los expertos dicen que es solo una estrategia para sacar más dinero. Pero ¿Qué es lo que está pasando? Quédate para descubrirlo.
La verdad sobre los viajes en avión
Las aerolíneas están buscando formas drásticas de reducir costos y aumentar sus ingresos, pero para lograrlo están sacrificando el espacio y la comodidad de los viajeros. Lamentablemente, lo que solía ser un derecho básico en un boleto, como la opción de reclinar el asiento para relajarse en un vuelo largo, ahora se ha convertido en un servicio adicional por el que hay que pagar.
Sucede que la aerolínea canadiense WestJet acaba de anunciar que van a arreglar más de 40 de sus aviones para que los asientos de la clase económica no se puedan reclinar. Básicamente, si un pasajero desea inclinar su asiento, deberá abonar un costo adicional por otra opción, como si descansar se tratara de un privilegio.
Esta decisión afecta a mucha gente que viaja en aviones populares como el Boeing 737 y ha provocado un gran debate sobre qué tan lejos llegarán las empresas por ganar unos pesos más. La aerolínea se defiende diciendo que en las encuestas muchos pasajeros prefirieron los asientos fijos porque así la persona de adelante no les invade su espacio con su asiento reclinado, pero esta explicación no convence a los expertos.
Las aerolíneas cobran por moverse
La aerolínea va a modificar 43 aviones, que son modelos Boeing 737. En estos aviones, los asientos de la clase más económica tendrán el “reclinado fijo”, lo que significa que el respaldo no mueve. El primer avión arreglado empezará a volar a finales de este mes, y el resto estará listo a principios de 2026. Si quieres tener la opción de mover el asiento, tendrás que pagar o elegir otra opción como este supercoche que se mueve con electrones.
Una opción es comprar un boleto para la cabina premium, que tendrá asientos más nuevos y grandes y la segunda opción es ir a la sección de «confort extendido», que tiene más espacio para estirar las piernas y asientos con mejores cojines. En ambos casos, el pasajero tendrá que pagar un dinero extra que la aerolínea todavía no ha dicho de cuánto será.
Una explicación que nadie cree
WestJet intenta justificar su decisión diciendo que la mitad de los pasajeros que participaron en sus pruebas dijeron que preferían los asientos que no se mueven. La compañía insiste en que esto es para «cuidar el espacio personal» de cada uno y que nadie se sienta invadido, pero los especialistas en viajes y aviones no están nada de acuerdo con esto.
John Gradek, un profesor experto en el tema de aviones en Canadá, ha dicho sin rodeos que esta medida es solo una “estrategia para recaudar más dinero”. El experto comenta nos están quitando una función que ya pagamos para obligarnos a pagar por ella una segunda vez, convirtiendo el simple acto de reclinar el asiento en un lujo.
Sin duda la decisión de WestJet de cobrar por reclinar los asientos es muy polémica. Parece que la comodidad del pasajero es lo primero que se quita cuando las aerolíneas necesitan ganar más dinero. Lamentablemente si quieres un descanso decente en el avión, tendrás que pagar un extra. Esta situación nos recuerda que, en la búsqueda de opciones baratas, debemos estar preparados para sacrificar algunas comodidades básicas, tal como está sucediendo con los nuevos Telsa económicos.













