El calendario avanza mucho más rápido de lo que nos gustaría. Cada vez falta menos para que una de las normativas más importantes de la seguridad vial entre en vigor de forma definitiva. La realidad es que el margen de maniobra para realizar los cambios se reduce cada vez más con el paso de los días. Dejar las cosas para último momento suele ser sinónimo de pagar más o cometer errores. Como suele ocurrir cuando se acerca una fecha límite que afecta a tantas personas, se desató una especie de fiebre compradora.
Un negocio millonario lleno de dudas
La magnitud de este cambio de normas creó un mercado gigantesco de la nada. Teniendo en cuenta que el parque de vehículos en España ronda los 31 millones de unidades, se estima que el negocio potencial de estos dispositivos alcanza los 1200 millones de euros. Ante semejante número, es lógico que todo el mundo quiera su parte, desde el gigante del comercio electrónico chino hasta el operador postal público de España. Esto disparó las ventas, pero también ha sembrado el terreno de dudas. Ni la administración ni las asociaciones de consumidores han sido del todo claras ayudando al usuario a filtrar la oferta.
Esta confusión se ve agravada por una disparidad de precios que roza lo absurdo. Asociaciones como la OCU afirmaron que el precio de estos dispositivos «rara vez baja de los 40 euros», estableciendo un precio suelo mental para los consumidores. Sin embargo, la realidad de la calle y de internet es muy distinta. Hoy en día es posible encontrar el mismo aparato con diferencias de coste abismales, o ver ofertas agresivas en plataformas asiáticas que nos hacen dudar de si estamos ante una ganga increíble o ante una estafa que nos saldrá cara a largo plazo.
El adiós definitivo al triángulo y la llegada de la conexión
El dispositivo en cuestión es la famosa baliza V-16, pero aquí es donde hay que tener mucho cuidado. La normativa original de 2021 decía que este aparato sustituiría a los triángulos, pero en 2022 se confirmó un cambio crucial. Solo serán válidas las balizas «conectadas». Esto significa que todas aquellas luces que se vendieron antes, las que simplemente se iluminan, ya no sirven. Para cumplir con la ley, el aparato debe tener una tarjeta SIM en su interior y garantizar conectividad con la nube de la DGT 3.0 durante al menos 12 años.
Las balizas deben comunicar la posición en tiempo real para avisar al resto de conductores. Por eso, cuando veas opciones en tiendas como AliExpress por dos o cuatro euros, debes sospechar de inmediato. Esos modelos, aunque se llamen V-16, suelen carecer de la conectividad obligatoria. Sin embargo, eso no significa que no existan ofertas reales. Plataformas como Chollometro han detectado ofertas válidas por debajo de los 10 euros (usando cupones de bienvenida en apps como Temu) que sí cumplen con todos los requisitos técnicos.
Comparar precios: De Correos a China
La prueba más evidente de la locura de precios que vive el sector se ve al comparar canales de venta. Correos, por ejemplo, comercializa en sus oficinas una baliza homologada por 49,90 euros. Sin embargo, se ha constatado que exactamente el mismo equipo, fabricado por la empresa «Limburg Technology Limited», se puede encontrar en AliExpress por 26,50 euros. Estamos hablando de que el operador postal cobra casi el doble por el mismo producto, justificándolo en que «las condiciones de comercialización son distintas».
La entrada en vigor del Real Decreto 159/2021 no tiene vuelta atrás y el 1 de enero de 2026 marcará el fin de una era para la señalización en carretera. Aunque el mercado parece una selva, las oportunidades existen. Hay que buscarlas.













