El descubrimiento más importante del siglo: Tres palabras, aire líquido y energía

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Publicado el: 17 de abril de 2025
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Energía

Encontrar la forma de contener energía en un dispositivo a bajo coste y de manera segura apunta sin duda a convertirse en el descubrimiento del siglo y recientemente un equipo de investigadores lo ha logrado. Aquí describimos cómo se realizó este importante hallazgo y qué papel juega el aire líquido.

Nadie hubiera pensado esto hasta hace poco: que el aire fuera capaz de almacenar energía

Uno de los grandes problemas del manejo de la energía limpia producida ha sido su almacenamiento, pues la idea es que esta se pueda conservar dentro de un recipiente afín por un tiempo determinado para luego utilizarse en el momento que se necesite; de allí la importancia del descubrimiento efectuado recientemente.

En un estudio conjunto entre el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) se ha establecido el almacenamiento de energía en aire líquido o LAES, por sus siglas en inglés, como un método adecuado para el almacenamiento y liberación de electricidad a conveniencia.

A través de dicha investigación se pudo comprobar que el almacenamiento de energía por medio de aire líquido representa la opción más económica para garantizar un suministro eléctrico continuo dentro de una red energética compuesta por fuentes intermitentes de cero emisión.

Esto es lo que cuesta un sistema de almacenamiento de energía en aire líquido o LAES

Los sistemas LAES son totalmente limpios y pueden ubicarse prácticamente en cualquier lugar, almacenando grandes cantidades de electricidad durante días o incluso mayor cantidad de tiempo y se distribuye en caso de ser necesario. Sin embargo, aún no se han realizado estudios concluyentes sobre su viabilidad económica.

Para conocer cuánto costaría la implementación de LAES los investigadores desarrollaron un modelo que recopilaba información detallada sobre el sistema y calculaba cuándo y dónde serían económicamente viables, considerando escenarios futuros acordes con los objetivos de descarbonización.

En el estudio realizado se descubrió además que los LAES como proceso de tres etapas podrían ser económicamente viables en ciertas ubicaciones, mientras que cálculos posteriores mostraron que el coste de almacenar una cantidad determinada de electricidad con LAES resulta menor que con sistemas más comunes.

El proceso de la tecnología LAES tiene una gran ventaja: es económicamente viable

Durante la carga el aire ambiental es limpiado, secado y licuado empleando electricidad. El aire líquido es almacenado a una baja temperatura y a presión atmosférica en tanques aislados; y cuando se produce un aumento de la demanda eléctrica el aire líquido es presurizado, calentado y vaporizado para el impulso de una turbina generadora de electricidad.

A través del estudio realizado se pudo comprobar que se trata de un proceso limpio, puesto que se usa solamente aire atmosférico o ambiental y la electricidad, y este puede llevarse a cabo en diferentes ubicaciones, incluso en plantas industriales cercanas con el propósito de intercambio de calor residual para mejorar la eficiencia.

Pero lo mejor es que los investigadores también analizaron dos posibles maneras de mejorar el Valor Actual Neto o VPN del almacenamiento de aire líquido: aumentando la eficiencia energética del sistema y ofreciendo incentivos financieros. Los análisis efectuados demostraron que aumentar la eficiencia energética no afecta la viabilidad económica del LAES.

Los investigadores determinaron que un sistema LAES de 100 MW solo sería económicamente viable si se logra una descarbonización del 100% para 2035 y que la rentabilidad puede limitarse a lugares donde las condiciones del mercado energético favorezcan esta tecnología y sería financieramente sostenible en escenarios con alta demanda de energía almacenada.

En conclusión, el descubrimiento más importante del siglo que involucra aire líquido y energía es el sistema denominado LAES en el cual fue evaluada la mejora en la eficiencia energética y su viabilidad financiera en condiciones realistas de mercado, convirtiéndose en una inversión más atractiva para los proveedores.