Hemos cambiado los materiales, los medios de calefacción e incluso los cimientos. ¿Qué más podríamos hacer para que la construcción ganara en eficiencia energética? Los nuevos proyectos están cambiando todo para adaptarse (incluso este hogar bioclimático está levantado de una manera sorprendente). Sin embargo, ¿qué hacemos con los que ya están en pie? La última idea es de lo más extravagante: usar el «blanco más blanco»
Los colores, más importantes en el aislamiento de lo que pensábamos
Si bien solemos asociar el diseño de un edificio con su función, rara vez consideramos la importancia del color en la ecuación. Los Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) son fundamentales en la construcción, y la elección del color de sus revestimientos va más allá de lo estético.
La durabilidad y resistencia a los elementos atmosféricos son esenciales para garantizar la efectividad del sistema a lo largo del tiempo. Los arquitectos aprovechan el color para atraer visualmente, pero la elección no debería limitarse a aspectos estéticos.
La durabilidad del sistema también depende de la combinación de colores. La recomendación es utilizar colores claros con alto índice de reflexión solar para prolongar la vida del revestimiento. Los beneficios resultantes incluyen mejor aislamiento térmico, ambientes más saludables mediante ventilación natural.
Esta es la idea más extravagante de la construcción: el «blanco más blanco»
En el sector de la construcción, la extravagancia a veces es la clave para soluciones innovadoras. El científico Xiulin Ruan, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Purdue, no busca récords sino construir ciudades más verdes. ¿Sabes cuál ha sido su ingeniosa idea? Nos ha dejado alucinando a todos.
Su obsesión: desarrollar el blanco más puro, luminoso y claro de todos mezclando pigmentos naturales y artificiales. En 2020 presentó el acrílico CaCO3, una pintura blanca asombrosa, y en 2021 superó sus propios logros con la BaSO4, catalogada por Guinness como la pintura más blanca del mundo.
El objetivo del equipo de Ruan era lograr una pintura con una capacidad excepcional de reflexión de la luz solar. Y lo consiguieron con una reflectividad solar (capacidad de devolver los rayos) del 98,1 %, superando ampliamente las pinturas comerciales que reflejan entre el 80 % y el 90 % de la luz solar.
¿Cómo podría funcionar este color para ganar eficiencia térmica?
La búsqueda del blanco más blanco tiene raíces en la investigación sobre el enfriamiento por radiación, que se remonta a los años 70. Tras explorar más de cien materiales y probar cincuenta formulaciones, el equipo logró una pintura ultrablanca e innovadora con una alta concentración de sulfato de bario (que no es muy ecológico).
Esta pintura no busca solo la blancura, sino ciudades más verdes, ya que sus propiedades ayudan a mantener espacios frescos sin necesidad de aire acondicionado, reduciendo así el consumo de energía. ¿No te suena a algo? Es justo lo que el Ministerio para la Transición Ecólogica defiende hacer en la construcción.
El equipo de Ruan calcula que cubrir un techo de 100 metros cuadrados con su pintura podría generar hasta 10 kilovatios de potencia de refrigeración. Aunque este ejercicio es teórico y tiene sus propios desafíos, ilustra el potencial de la tecnología para influir en el diseño urbano y la eficiencia energética.
Está claro que este tipo de ideas muestran que, más que dar vueltas sin rumbo, la construcción explora hasta las ideas más extrañas. El propósito lo sabes bien, y es ganar en eficiencia térmica para que nuestras viviendas sean más sostenibles (que, de momento, lo son poco). ¿Llegaremos al nivel de otros países? El caso de Alemania es bastante ejemplar, con esta vivienda que consume lo mismo que una bombilla.













