Desde que el mundo es mundo, el hombre siempre ha sentido curiosidad por conocerlo. En esta época de avances técnicos, ha sido posible conocer su aspecto, pero hay una zona que es más difícil: conocer la Antártida sin su gran masa de hielo. Ahora ha sido posible, aunque da un escenario desalentador.
La Antártida: un continente helado lleno de misterio
Este enorme pedazo de tierra, se encuentra en el polo Sur y tiene unos 14 millones de kilómetros cuadrados, por lo que es el cuarto continente más grande de la Tierra. Resulta indispensable para mantener el equilibrio climático del planeta a pesar de ser el sitio más inhóspito del mundo.
Por su clima inclemente y frío, pero a la vez seco. Se ha calculado que la enorme masa de hielo que recubre la Antártida representa alrededor del 70 % del agua dulce global. La temperatura más extrema medida es de -89 °C y se considera un desierto polar ya que los niveles de lluvia son muy bajos.
El continente blanco sin hielo: por fin se puede conocer
Desde 1950 se está intentando saber cómo sería la Antártida sin hielo, esto se ha tratado con diferentes tecnologías, pero todas han fracasado. Esto fue hasta 2001 cuando fue creado el BEDMAP1, que fue un mapa que nos permitió conocer algunos datos como la distribución del hielo.
Así como su volumen y la elevación promedio de la base rocosa con respecto al hielo. Esta cartografía la ofrecía esta data con una resolución de cinco kilómetros. Y es que no solo es mera curiosidad, sino que también este mapa representó una oportunidad única para calcular la elevación del nivel del mar.
Por efecto del derretimiento del hielo. Después, en el año 2013, apareció una nueva versión que se llamó BEDMAP2. Para el que se obtuvo una resolución mejorada y se emplearon las mediciones del primero multiplicadas por una cantidad diez veces mayor. Las obtuvieron de una forma muy sencilla.
Gracias a los aviones de investigación que sobrevuelan el espacio y utilizando pulsos de radio para medir la profundidad del lecho rocoso bajo el espesor del hielo. Finalmente, en el 2024 hizo su aparición BEDMAP3 que es el más avanzado con 82 millones de puntos de datos, lo que es tres veces más que los tomados para crear el BEDMAP2.
Es como si hubieran quitado todo el hielo que recubre al continente. Este mapa permite observar los cañones más profundos y los sitios ocultos de las grandes depresiones. Asimismo, ha desvelado que la capa más gruesa de hielo tiene un grosor de 4757 metros.
La resolución de esta cartografía de la Antártida es de 500 metros y es el resultado final de 70 años de mediciones desde la Tierra y a través de imágenes satelitales. Pero estas han mostrado algo preocupante: el derretimiento continuado de grandes masas de hielo (lo que sería una muerte masiva de fauna marina).
Las estadísticas del continente blanco que ha brindado en BEDMAP3
Entre ellas se encuentra, incluyendo la plataforma de hielo, que la superficie total de hielo es de 13,63 millones de km2, su volumen total es 27,17 millones de km³ y el espesor promedio es de 1948 metros, pero hay una que es realmente aterradora y se refiere al aumento del nivel del mar en todo el mundo si se derritiera todo el hielo, el cual se calcula en 58 metros.
Es de hacer notar que, aunque los otros valores han variado en los tres intentos de cartografiar la Antártida, este no ha cambiado por lo que es una predicción que podría hacerse realidad de continuar las condiciones climáticas actuales.
En conclusión, se ha presentado BEDMAP3 que muestra el aspecto de la Antártida sin el hielo que la recubre y que la hace inhóspita (pero España la está poblando con su ejército). Sin embargo, entre los datos que nos da este mapa, hay uno que es inquietante.
