Un apagón masivo resulta poco frecuente o habitual pero cuando se produce genera cierto caos, y ante el que sufrió Chile recientemente vale preguntarse cuán preparada se encuentra España para experimentar tal evento.
Un apagón masivo amenaza a España y parece no estar preparada
Hoy en día es difícil concebir un país que no requiera de suficiente electricidad y que el próximo gran apagón no provoque un caos, pues este tipo de energía es utilizada para llevar a cabo diversas actividades esenciales, desde la calefacción del hogar hasta el uso de móviles y semáforos, y mantener activo el sistema productivo.
Evidencia de las consecuencias de un evento de esta naturaleza se experimentó recientemente en Chile con la interrupción del servicio eléctrico en 14 de las dieciséis regiones que conforman el país, cubriendo una extensión de aproximadamente 3000 kilómetros.
Aunque la falla eléctrica pudo haberse vivido de manera diferente en cada región de acuerdo al uso dado a la electricidad, en forma general la interrupción eléctrica provocó caos en las áreas:
- Financiera
- Bancaria
- Mineral
- Comercial
- Salud
La luz se fue desde las 15:15 de la tarde y no volvió hasta pasadas las 23:00 horas, y de acuerdo a un reporte informativo del Servicio Nacional de Respuesta a Desastres (Senapred), la interrupción se debió a una falla en una línea de transmisión que alimenta a las regiones que se extienden desde Arica hasta Los Lagos.
Frente a lo vivenciado por los chilenos ese día y lo acontecido el 27 de mayo del pasado año en España, cuando ante un súbito crecimiento de la demanda se decidió realizar un parón, vale preguntarse hasta qué punto está preparada la nación española para enfrentar las consecuencias de estos apagones.
Las pérdidas que se producen cuando de repente todo se pone oscuro
En Chile habían pasado 14 años desde que se produjera un apagón de magnitud similar y las 8 horas que demoró la interrupción sirvieron para comprobar el caos que puede llegar a producirse un país cuando por la ausencia de electricidad colapsan servicios tan vitales como Internet, señalización vial, servicios hospitalarios, etc.
Las consecuencias que tuvo el parón que se produjo el 27 de mayo en España no fueron de la misma magnitud que en el país austral, donde se decretó estado de emergencia y toque de queda por parte el Comité de Gestión de Riesgo de Desastres (Cogrid), pero las 3 horas que duró demostraron la fragilidad del sistema eléctrico español.
Aunque en España frente al apagón se activó el Sistema de Respuesta Activa de la Demanda para garantizar el suministro eléctrico a casas y pequeños negocios; los grandes consumidores, entre ellos las industrias y las fábricas, vieron paralizadas sus actividades, lo que se tradujo en pérdidas económicas.
Cómo prepararse ante los apagones masivos que amenazan al sistema eléctrico
Red Eléctrica ha explicado que actualmente preparan el sistema para evitar que se produzcan apagones como el sucedido en mayo y se está consciente de los retos que implica un aumento de la demanda eléctrica superior a la oferta.
En virtud de ello actualmente preparan un plan dirigido a prevenir los momentos de alta tensión y en el mismo una de las medidas sería aumentar la oferta mediante la aplicación de las tecnologías disponibles, especialmente en cuanto a la de los ciclos combinados que funcionan con gas.
De acuerdo a estimaciones, la probabilidad de que se produzca una mayor demanda frente a la oferta es del 95%, por lo que existe un riesgo significativo de apagones hasta 2030, pese a la implementación de tecnologías renovables.
En conclusión, es alta la probabilidad de que en España se produzca un apagón masivo similar o peor al sucedido en Chile y una señal de que la nación española no parece estar preparada es la incapacidad de dar cobertura a los 9000 MW de los ciclos combinados que posiblemente se evaporen por falta de rentabilidad y de unidades de almacenamiento.











