Desde que comenzó la tendencia de usar la tecnología para preservar un medioambiente que salve al planeta, los países han dado marcha a proyectos pero no todos son favorables. Como ejemplo tenemos a Arabia Saudita que va al colapso con una inversión de 22.000 millones y solo han tenido movimientos de tierra.
La encrucijada de Arabia Saudita: mantener su proyecto Visión 2030 y su estatus en el mercado petrolero
Arabia Saudita cuando creó su ambicioso plan Visión 2030, lo hizo con el objetivo de que la economía del país se diversificara y reducir su dependencia del petróleo, pero manteniendo su alto estatus en el mercado del oro negro. Sin embargo, debido a las fluctuaciones en los precios, está enfrentando grandes retos financieros.
Todo esto en el contexto de un mercado energético mundial muy diferente al de hace algunos años, cuando el país ejercía un control casi absoluto a través de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y que ahora se ha vuelto en contra por las recientes decisiones que ha tomado.
Una inversión del proyecto Visión 2030 que no ha dado frutos
El plan Visión 2030 es un proyecto de modernización de Arabia Saudita que crearía un nuevo concepto de cómo vivir en el desierto que serviría para atraer millones de personas y turistas. La piedra angular de este ambicioso propósito lo representa la construcción de la ciudad de NEOM que sería la metrópoli del futuro.
El problema es que ha invertido 22.000 millones de dólares en esta construcción y solo se observan movimientos de tierra y ya se ha reducido su tamaño de 171 kilómetros lineales a tan solo tres kilómetros (ya se habla de un gran fraude por haber consumido 380 millones de toneladas de acero y no se ven avances).
Y estos 22.000 millones de dólares resultan casi la totalidad del déficit que se proyecta en este 2025. Por lo que la reducción se debe a los problemas logísticos y los altos costos, en crecimiento, de la obra. El enorme hueco fiscal por la deuda pública y la falta de financiamiento ha obligado al gobierno a limitar sus prioridades.
Incluyendo la extensión de la ejecución de los planes, trayendo como consecuencia el retraso en la obra ya de por sí planificada a largo plazo, por lo que el gobierno considera que aún generará grandes dividendos, pero los expertos siguen escépticos. Asimismo, los trabajadores están haciendo muchas denuncias.
Como las condiciones laborales en que deben desempeñar sus funciones, sobre todo los empleados extranjeros, con jornadas que a menudo son de hasta 16 horas incluyendo desplazamientos a varias horas de distancia hasta sus lugares de trabajo. Todo esto sin remuneración.
Y esto no solo ocurre en NEOM sino en otros proyectos que actualmente se llevan a cabo. A pesar de que Arabia Saudita se presenta como una economía sólida, se espera que crezca solo un 0,8 % en el 2025 con una reducción del 10 % en sus ingresos por la venta de petróleo, contando con esto para mantener su solvencia fiscal.
Y por si fuera poco, llega Donald Trump a la Casa Blanca
A la crítica situación financiera de Arabia Saudita, se le viene a sumar la llegada a la presidencia de los EUA de Donald Trump, lo que podría acelerar su colapso final si cumple su promesa de explotar los recursos energéticos de su país incluso para exportar, amenazando con incrementar los aranceles a los países que no les compren.
En conclusión, Arabia Saudita puede colapsar, por la inversión hecha en sus dos megaciudades que iban a construir en el desierto (de las cuales solo hay arena) y de paso, con el ascenso de Donald Trump a la presidencia de los EUA pareciera que su situación financiera pueda empeorar porque hará caer los precios del petróleo.
