En el mundo siempre hay controversias de exigencias de algunos países para evitar que sus industrias se vean afectadas por importaciones que resulten más baratas que la producción local. Pero ahora China tiene un as bajo la manga para contraatacar estas medidas a sus coches eléctricos. Vamos a ver.
Occidente quiere frenar la invasión de coches eléctricos proveniente de China
Luego de meses de discusiones, finalizando octubre, la Unión Europea impuso los nuevos aranceles de importación, o derechos compensatorios como prefieren llamarlos, a los vehículos eléctricos chinos. Esta es una jugada dirigida a la protección de su mercado y de su industria automotora local.
No son iguales para todas las marcas, puesto que varían en función de varios factores como la colaboración de cada fabricante en particular y del gobierno de China. Esto en cesión de terrenos, otorgamiento de créditos blandos y subvenciones. De esta manera, hay un arancel adicional al 10 % al que ya tenían los coches asiáticos.
Algunas estrategias aplicadas por el gigante asiático para evitar los aranceles
Es de recordar que estas medidas no solo son aplicadas en casi toda Europa, ya que Estados Unidos también se sumó a ellas. Es por ello que una de las estrategias de China es entrar a este mercado usando como puerta a México por lo que lleva varios meses de negociaciones con este país vecino de EEUU para colocar sus productos.
En Europa han aplicado otra estrategia a fin de sortear estos “derechos compensatorios”. Es la llamada “uso de kits de quita y pon”. Para ello han abierto factorías en países que no aplican estas restricciones a la producción de esa nación. Así han levantado fábricas como MG en Tailandia y otros países asiáticos.
Asimismo, BYD tiene planes de abrir una gigafábrica en México para atender toda Centroamérica y Norteamérica. Por otra parte, Chery está negociando con Nissan su antigua planta que se ubica en Barcelona, España, para montar la primera planta operativa productora de coches eléctricos chinos, y sus repuestos, en Europa.
Una vez dispongan de la infraestructura, se construyen kits pre – ensamblados en gigante asiático los cuales están compuestos con las piezas más importantes de los vehículos eléctricos. Luego, estos kits son desmontados y se envían a las fábricas “satélite”, donde se volverían a ensamblar para armar el coche.
De esta forma, no se estaría llevando el automóvil entero sino algunas partes esenciales. Por lo que el pago de aranceles sería irrisorio en comparación con la importación del mismo. Los países europeos se han enterado de esta estrategia de China y ya están invalidando este “beneficio” para evitar los derechos compensatorios.
Ya les falló esta estrategia; ahora ¿cuál es el as bajo la manga?
Una vez que la Unión Europea extendió los aranceles a los coches eléctricos, aunque entren por partes, China tiene un as bajo la manga para tomar represalias y ello es el férreo monopolio que tiene sobre el suministro de tierras raras de las cuales depende la industria de las baterías para coches eléctricos a nivel mundial.
Este elemento lo hay en muchas partes del planeta, pero es difícil y antieconómico de extraer y refinar por lo que este país controla esta industria. Por lo tanto, seguramente usará este material como forma de represalia para ejercer presión a fin de que sean suavizados estos aranceles que pesan sobre sus productos.
Concluyendo, con este as bajo la manga que tiene China, habrá que esperar para ver si Europa lo enfrenta manteniendo los nuevos aranceles que ha aprobado o si, por el contrario, cederá eliminándolos por lo menos en parte. Una cosa es segura, los chinos están ansiosos por expandir el mercado para sus coches eléctricos.
