El continente asiático hace tiempo que dejó de temer a la energía peligrosa por varias razones, pero la principal de ellas es su dominio y ahora la utiliza para su provecho. En este contexto, China va en camino a ser líder en este sector mientras que Japón no aprende y ello le puede costar caro. Veamos como el gigante asiático trabaja para convertirse en un país que esté en la cima de la producción de esta energía.
China aprovechó el desastre de Fukushima, pero Japón aún no saca ganancia
Un 11 de marzo de 2011, se presentó un gran terremoto y luego un tsunami en la costa de Fukushima Daiichi en Japón, provocando un gran accidente nuclear en la planta atómica de la localidad. Este fue un desastre solo comparable al de Chernobyl en 1986. Después del declive ocasionado por este evento, en el que se cerraron casi todas las instalaciones de este tipo en el país, Japón ha sacado poco aprendizaje.
Por el contrario, a China esa experiencia le ha servido para avanzar en el desarrollo de esta energía tan peligrosa mejorando los sistemas de seguridad. Ahora, el uso de fuentes energéticas nucleares ha tenido un gran repunte de la mano del gigante asiático, que es un firme candidato para liderar en este sector en un futuro inmediato. Para lograrlo, está en el proceso de la masificación de uso para generar toda la electricidad que necesita.
La apuesta por la innovación: un factor a favor del país asiático
China ya ha alcanzado a Francia, que es el país que encabeza en Europa, en lo que a cantidad de reactores atómicos se refiere. Puesto que tiene operativos 56 de ellos y solo se ve superada por los Estados Unidos con 94 aunque ya está poniendo a punto 37 y planea construir otros 30 más para el 2030 por lo que se vaticina que a partir de ese año, la balanza de la energía nuclear se inclinará a favor de los asiáticos.
Sin embargo, la mayor apuesta de este país es por la innovación, para ello está migrando del uso de uranio, que es el combustible nuclear clásico, al torio. Ha construido un gran reactor nuclear que usa este elemento y sales fundidas como refrigerante que comenzó su fase de pruebas en el 2021 y, en junio del 2023, fue aprobada su entrada en operación por la Administración China de Seguridad Nuclear.
Es gestionado y administrado por el Instituto de Física Aplicada de Shanghái. Este reactor nuclear fue bautizado como TMSR-LF1 y oficialmente comenzó a funcionar el 11 de octubre de 2023 y el 17 de junio de 2024 alcanzó su máxima potencia térmica de 2 MW. Su ubicación es en el gigantesco centro industrial Minqin que se localiza al norte del país, concretamente en la provincia de Gansu.
Es el primer reactor de torio con sales fundidas (estos equipos son muy seguros porque usan este mineral como combustible nuclear). Aunque es de destacar que China no es el único país que investiga esta incipiente tecnología, puesto que Francia, India y los Estados Unidos han visto su gran potencial, de generar electricidad a partir del torio, por lo que han hecho grandes inversiones en este campo.
Algunas ventajas de los reactores de torio
La principal ventaja por la que China ha elevado su apuesta por los reactores de torio, es que este tipo de equipamiento es más seguro ya que no emplea agua como refrigerante, sino sales fundidas de berilio y fluoruro de litio compactadas a una presión muy baja. De esta manera, el torio está incorporado a la sal en forma disuelta por lo que un accidente nuclear es, estadísticamente, muy improbable.
En conclusión, el continente asiático ya no le teme a la energía nuclear como fuente generadora de electricidad, en este sentido, China surge como el próximo país líder en esta fuerza que tiene muchas ventajas, como ser limpia, libre de emisiones de CO2 y prácticamente inagotable, sobre todo con los reactores de torio (aunque se dice que este minirreactor será el que salve a la humanidad).













