La movilidad sostenible es tan factible que prueba de ello son los miles de vehículos que circulan por el mundo de forma terrestre, y hace poco nos enterábamos de esta embarcación con energía renovable. Pero volar ha sido el sueño más grande para el ser humano, y poder hacerlo sin combustible y con cero emisiones solo en este avión especial solar.
El avión que da la vuelta al mundo sin combustible
Todo un desafío y una aventura para estos pilotos que se animaron a cumplir su meta para demostrarle al mundo que su idea era más que posible, y con este logro cambia el paradigma de con una nueva forma de volar sin contaminar la atmósfera.
Así lo idearon Bertrand Piccard y André Borschberg que comenzaron realizando pruebas en Estados Unidos en 2013 en un avión monoplaza y luego intentaron nuevamente en Suiza. Ante los exitosos resultados se propusieron dar la vuelta al mundo en su novedoso Solar Impulse 2 (Si2.)
Esta revolucionaria aeronave que optimiza el primer modelo de avión incorpora nueva tecnología para desarrollar trayectos de larga distancia. El primer viaje había durado unas 26 horas seguidas para cruzar el país norteamericano de costa a costa.
El secreto de este avión está en sus extensas alas compuestas por casi 70.000 mil células solares que captarán y transformarán energía para abastecer su viaje de día y por las noches funcionará con lo acumulado en las baterías. La idea es hacer las menores paradas posibles.
¿Cuál es el secreto de las alas de este avión?
Si bien las alas tienen una extensión 8 metros menor que las de un A380, sus 72 mts de largo y un peso de 2,3 toneladas lo convierte en ultraliviano considerando que representa un 1% del peso total del avión de referencia.
Y la diferencia más importante es que carga en sus alas y fuselaje unos 17.248 paneles solares que son su única fuente de abastecimiento para todo el viaje. En total recorrieron unos 40.000 km haciendo paradas inevitables para cubrir las necesidades de los pilotos.
Durante un viaje que duró algo más que 500 días, el avión pudo levantar una altura de 8.500 mts a una velocidad media entre 45 y 55 kilómetros por hora. El vuelo partió desde la ciudad de Abu Dhabi y aterrizó en el ella 1 año y medio después, entre más de 17 paradas en distintas ciudades del mundo.
Todo un logro para un vehículo volador con estas características que realiza una hazaña sin precedentes sin combustibles fósiles y sin dejar huella de carbono. El objetivo mayor de los pilotos es llevar este mensaje al mundo: que es posible otra forma de trasladarse con energías limpias.
Las turbulencias en el camino no impidieron al avión llegar a la meta sostenible
El viaje contó con algunos inconvenientes como un desperfecto en el avión y daños en las baterías que hizo que estuvieran varios días varados en Hawái, así como atravesar la ola de calor arábiga de más de 40° lo que forzaba al avión a ir con mayor potencia.
Las paradas obligatorias del sistema humano y algunos problemas de salud también fueron parte del viaje, pero todo ello queda en el olvido en el momento de aterrizaje cuando el objetivo es cumplido y el trayecto termina en un abrazo eterno de sueño cumplido.
La travesía que comenzó unos años antes con el desarrollo de la aeronave y la puesta a punto para volar ahora tiene como única misión fomentar esta nueva forma de transporte sostenible para que los gobiernos y las empresas aeronáuticas se unan en el camino hacia un mundo más limpio. El avión sin combustible marca un punto de inflexión para la movilidad como esta aeronave













