Imagínate un motor —como este que es de combustión y no contamina— que reduzca sus emisiones hasta hacerlas desaparecer por completo. Quizá pienses en el coche eléctrico, y estarías en lo cierto, pero este tipo de vehículos está en serio peligro por la batería HELENA. Su principal ventaja es el curioso material que utiliza, pero no pasamos por alto el riesgo de explosión que tiene.
La batería de coche eléctrico que el sector lleva años intentando desarollar
Las baterías son un componente esencial de los vehículos eléctricos, ya que almacenan la energía que impulsa el motor. Durante décadas, los vehículos eléctricos han utilizado baterías de iones de litio, pero recientemente ha surgido un nuevo tipo de batería llamada de estado sólido.
Una de estas nuevas baterías es la batería HELENA, desarrollada por un consorcio de empresas e instituciones europeas. HELENA utiliza electrólitos sólidos en lugar de líquidos, lo que le confiere ventajas significativas sobre las baterías de iones de litio que llevamos años viendo en modelos como Hyundai, Toyota o Tesla.
En cuanto a prestaciones, la batería HELENA puede soportar más de 1000 ciclos de carga/descarga con una retención de capacidad del 80 %. Además, es capaz de cargarse muy rápidamente, en tan solo 15 minutos. La vida útil estimada de la batería es de al menos 10 años.
La batería de estado sólido, un avance en la movilidad sostenible
Las baterías de estado sólido son una tecnología innovadora que utiliza electrolitos sólidos en lugar de líquidos. Esto se logra utilizando polímeros conductores o cerámicas que permiten el flujo de iones entre el ánodo y el cátodo (vamos, entre los dos polos que necesitan cargarse mutuamente para generar energía).
Al eliminar los componentes líquidos, las baterías de estado sólido son más seguras, ya que eliminan el riesgo de fugas e inflamabilidad. Además, ocupan menos espacio al no necesitar una carcasa rígida para contener el líquido, lo que facilita a los fabricantes dotar al vehículo de mayor autonomía.
Otra ventaja es que el electrolito sólido permite emplear ánodos de litio metálico, aumentando considerablemente la densidad energética en comparación con las baterías de iones de litio tradicionales. Lo cierto es que esta nueva tecnología promete baterías más ligeras, pequeñas y con mayor autonomía.
La batería HELENA que revolucionará los coches eléctricos: así es
La batería HELENA es un nuevo tipo de batería de estado sólido desarrollada por un consorcio europeo liderado por la empresa española CIC energiGUNE. El proyecto HELENA (High Energy Lithium Energy-Dense Anode) ha recibido una financiación de 9 millones de euros por parte de la Comisión Europea.
El objetivo es desarrollar baterías de estado sólido de alta densidad energética basadas en materiales avanzados como el litio metálico. El consorcio está formado por 9 socios de 5 países europeos, incluyendo centros de investigación, universidades y empresas.
CIC energiGUNE lidera el proyecto y aporta su experiencia en el desarrollo de baterías de estado sólido. Otros socios clave son el Instituto Fraunhofer de Alemania y la Universidad de Uppsala de Suecia. La batería utiliza un ánodo de litio metálico que permite almacenar una mayor densidad de energía.
Sin embargo, desde los inicios se especuló con sus potenciales peligros, aunque fue algo rápidamente descartado. De hecho, algunas están ya incorporándose a modelos eléctricos sin que se haya producido ningún percance hasta ahora, lo que da cuenta de su seguridad.
Está claro que esta batería de coche eléctrico es el invento que desde el sector llevan años esperando. Desde luego, la autonomía necesita un impulso hasta que llevemos a un nuevo nivel nuestras infraestructuras de soporte. Esto es lo que acaban de solucionar en este país que está desmantelando sus puntos de recarga por tener una opción mil veces mejor (y más futurista, claro).













