La aspiración de todos los países del mundo es fabricar una batería que sea capaz de almacenar gran cantidad de energía, en un tamaño compacto y que su producción sea sostenible. Y parece que uno de ellos lo ha logrado a partir de un material muy simple: la pulpa de la madera.
Una batería hecha con madera de los árboles: adiós a los metales (y a su degradación)
La misma ha sido creada por la empresa sueca de iones de sodio Altris en sociedad con Stora Enso, una compañía dedicada a la fabricación de estos elementos siguiendo métodos no convencionales. El descubrimiento surge cuando ambos consorcios querían fabricar una celda sin litio.
Para crear el ánodo, adaptaron el carbono proveniente de la pulpa de los árboles. De esta forma, inventaron un procedimiento de fabricación que es sostenible, ecológico y que no produce emisiones de CO2. Por otra parte, esta batería tiene una gran ventaja: es biodegradable.
Los árboles de Finlandia son el «material milagro»: el secreto que nos hace replantearnos todo
Los árboles de Finlandia poseen en abundancia una sustancia que hace que los expertos duden que sea de esta Tierra. El compuesto se denomina lignina, un nombre que es bien conocido en el sector. La misma es un subproducto que proviene del procesamiento de la pulpa de la madera.
Es un tipo de polímero de composición orgánica compleja, el cual tiene la propiedad de engrosar el tallo de los árboles que contienen madera y son leñosos. Es de destacar que la lignina anteriormente ya se había estudiado como material para la elaboración de un electrodo ecológico.
Este material es muy abundante en estos bosques, puesto que los árboles poseen entre un 20% y un 30%. Esto, combinado con prácticas sostenibles de gestión forestal, garantizan el suministro confiable de lignina. Así, las células de iones de sodio de Altris serían las más sostenibles del mundo.
Teniendo como principio que las baterías que utilizan iones de sodio no tienen necesidad de minerales como el cobalto, el níquel o el litio. Solo se requiere sodio en abundancia, pero es un mineral que se obtiene sin realizar actividades mineras dañinas y es muy barato.
Un derivado de este polímero fue patentado, por allá en el 2020, con el nombre de Lignoide por la compañía Northvolt. Que era un grupo dedicado al desarrollo y fabricación de estos elementos. Que lo utilizaba en la elaboración de ánodos de tecnología de Iones de Litio.
En perspectiva, el Lignoide era un componente de carbono duro que era refinado de la lignina. Al ser convertido en ánodo, ofrecía altas velocidades de descarga y carga. Ahora, Altris ha logrado afinar una batería cuyo proceso de fabricación es muy sostenible.
Tanto es así, que los bosques de donde se obtiene la lignina los llaman “la batería más poderosa de la tierra”. Y es que en la carrera en que se han embarcado los fabricantes en busca de hacer las mismas más sostenibles y potentes, este proceso innovador es bastante sorprendente.
Adicionalmente, tiene un valor agregado y es que reduce la dependencia de China al no necesitar el grafito, el cual es usado para la elaboración de los ánodos. Al respecto, este país tiene acaparado el 90% del mercado de la Unión Europea.
Las perspectivas de la construcción de ánodos con lignina: un árbol que podría «crear motores»
Este proceso, en el papel, es muy prometedor porque como es un material de origen biológico, contribuye a hacer más ecológico el proceso de elaboración de las baterías. Quedaría pendiente que su fabricación en serie sea igualmente sin emisiones y amigable con el medio ambiente.
Concluyendo, la lignina es un compuesto que puede revolucionar la fabricación de ánodos de baterías y es muy abundante en los bosques de Finlandia. Puesto que conforma hasta un 30% del tallo de un árbol, además es muy barato y el proceso para obtenerlo es muy sencillo.













