Con el fin de conservar el ambiente y protegerlo reduciendo al mínimo los desechos, sobre todo de los plásticos, la Unión Europea contempla la implantación de diferentes normativas. Como esta que afecta las botellas hechas de este material, en 2025, y que serán muy diferentes desde ahora. Veamos en qué consiste este cambio.
Los cambios en las botellas de plástico comenzaron en el año 2024
Ante el creciente escenario de contaminación, que es patente por la acumulación de desechos en las playas de algunas zonas del planeta como Mali, la Unión Europea tomó las riendas del caso y creó algunas normas para enfrentar este flagelo. Las primeras están referidas a las botellas de plástico de diversos productos.
En el año 2024 los consumidores notaron la aplicación de estas nuevas normas. En el sentido de que las tapas de estos envases vienen enganchadas en la abertura del mismo. Lo destapas, pero permanecen unidos a ella sin que los puedas quitar. Lo que trae muchas ventajas para el medioambiente y además es muy práctico.
Lo que dice la norma europea y el nuevo cambio a partir de este 2025
La norma denominada “Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo” creada el cinco de junio de 2019 busca reducir el impacto del envase plástico desechado en el ambiente. Entre estos están las botellas que contienen bebidas y otros productos, que tienen un muy alto consumo.
Específicamente, en su artículo 6 anuncia el primer cambio que habla sobre el introducido en el 2024. Dice que los envases de plástico de un solo uso solo pueden ser comercializados solo “si las tapas y los tapones permanecen unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto». Esta fijación debe ser permanente.
Con esa medida se reduce la contaminación del ambiente por residuos plásticos ya que, al no perder las tapas, disminuye la posibilidad de desechar estos envases y hasta se les puede dar un segundo uso fomentando así la economía circular (y se evitan casos como esta isla que se transformó en un basurero).
Para el 2025, el mismo artículo establece que los envases PET deben estar hechos, como mínimo, de un 25 % de plástico reciclado. Este porcentaje debe corresponder a la media de todos los contenedores PET que sean introducidos en el mercado dentro de un territorio determinado.
Sin embargo, es justo señalar que muchos fabricantes ya venían implementando esta medida desde hace algún tiempo por lo que, a nivel de consumidor, este lineamiento no será notado. Además de que no afecta las propiedades del contenido como su sabor u olor. Pues es completamente inocuo e indetectable.
Con esta medida se pretende limitar el desecho de botellas plásticas, sobre todo las que llegan al mar y que por toneladas quedan varadas en las orillas en distintas playas del planeta. Y lo que es más grave, afectan la biodiversidad marina y terrestre, puesto que los microplásticos terminan en el interior de los animales.
Y para el 2030 seguirá un nuevo cambio en la fabricación de los envases plásticos
Para el 2030 los fabricantes de plásticos, de los diferentes productos, deben tomar en consideración otro cambio para el cual deben trabajar desde ahora. Puesto que a partir de ese año las botellas deben estar hechas con, por lo menos, un 30 % de plástico reciclado como una media de todo el universo de estos envases..
En conclusión, para este 2025 las botellas de plástico serán muy diferentes (para evitar zonas como este territorio maldito que España tiene en el Ártico, que no creerás el porqué). Así se protege al medio ambiente continuando con las medidas tomadas en el 2024. Para el 2030 se tiene prevista otra iniciativa respecto al material que usan.
