Las Campanadas se acercan, y con ellas vuelven las tradiciones más arraigadas de nuestra sociedad. Las uvas de la suerte nos llevan acompañando desde hace décadas, y ahora estamos de nuevo buscándolas en los supermercados. ¿Sabes cómo puedes lograr que esta costumbre sea más sostenible? Hemos identificado un truco con el que vamos a cuidar más del planeta con un simple gesto.
¿Uvas guardadas desde noviembre? Así nos está afectando el cambio climático
Las adversidades climáticas, desde sequías hasta extremos temporales, golpean implacablemente al sector agrario, agravando la situación de los medianos y pequeños productores de cultivos tradicionales. En particular, la uva embolsada del Vinalopó enfrenta desafíos excepcionales este año.
Los detonantes han sido los elevados costes y una mayor incidencia de plagas y enfermedades que amenazan la producción. Este escenario ha llevado a un inesperado abandono de cultivos en la región, un fenómeno inédito hasta ahora y que afecta a las uvas de la suerte, desde a la primera hasta a la doceava.
La uva de la variedad Aledo, protegida por el método tradicional de embolsado, aún se encuentra en el campo, prolongando su maduración ante un clima desfavorable. La variabilidad climática, con meses de calor prolongado, ha alterado los ciclos de plagas, dificultando su control y limitando el uso de fitosanitarios.
Esta situación ha llevado a medidas extraordinarias, como el resguardo de la cosecha en cámaras frigoríficas desde noviembre, con el objetivo de prevenir desabastecimientos y acumular reservas ante una cosecha navideña amenazada por el cambio climático. ¿Nos quedaremos sin Campanadas?
Las Campanadas de 2023 van a ser las más ecológicas con este truco
Cada fin de año, el ritual de las Campanadas nos mete de lleno en un derroche inadvertido: miles de toneladas de pepitas de uvas que, en lugar de ser aprovechadas, se convierten en residuos. ¿Y si cambiáramos esta tradición y las reserváramos para plantarlas? Esta simple idea marcaría la diferencia frente a las escasas cosechas.
Originada hace algunos años en Alicante, la iniciativa ha comenzado a esparcirse por toda España. Plantar las pepitas no solo representa una oportunidad para darle un nuevo propósito a estos desechos, sino que también contribuye a mitigar los problemas derivados de las dificultades agrícolas actuales.
Imaginemos un futuro donde, en lugar de desperdiciar recursos, cada pepita plantada se convierta en un pequeño acto para preservar la biodiversidad y promover la autosuficiencia alimentaria. Esta pequeña acción, surgida en una región específica, se convierte en un símbolo de cambio colectivo que trasciende las fronteras.
Plantar la semilla de la esperanza cada fin de año podría ser la llave para un futuro más verde y resiliente. Es cierto que suena algo metafórico, pero vamos a conseguir que las uvas de la suerte sean también la materia prima con la que elaboremos nuevos bosques.
¿Con o sin pepitas? Esto es lo que podrías conseguir si las plantas
La necesidad de una buena cosecha de uvas de la suerte no se limita únicamente a las festividades de fin de año; es un requerimiento constante a lo largo de todo el año. En nuestro país, así como en otros que han adoptado nuestra costumbre, se consumen millones de kilos de uvas durante las celebraciones de fin de año.
Esta simple elección podría tener un impacto significativo. Con millones de kilos de uvas consumidos anualmente, podríamos generar más de 10 000 hectáreas de bosque en áreas que lo necesitan desesperadamente, como las del interior peninsular.
Esta medida no solo ayudaría a combatir la escasez de cosechas, sino que también contribuiría a la reforestación, fortaleciendo nuestro compromiso con la sostenibilidad. ¿Y si nos decidimos a guardar estas pepitas para guardarlas? Quizá las próximas Campanadas sean sostenibles.
¿Has visto cómo las Campanadas pueden convertirse en un gesto de conciencia ecológica? Gracias a las uvas de la suerte de 2023, el próximo año va a traernos nuevos bosques, justo en las zonas que más necesitamos de nuestro país. Es una propuesta con la que queremos cerrar un mes que ha venido cargado de novedades para nuestro planeta y que te hemos ido desarrollando (y seguiremos).








