El cambio climático amenazaba con desplegar sus graves consecuencias para el año 2050 en adelante, ¿lo recuerdas? Sin embargo, las peores previsiones se han adelantado y ya han declarado en Cataluña el estado de emergencia. Conoce qué implicaciones tiene y cómo deberás adaptarte a esta medida que justo se anunciaba esta mañana (y que se suma a esta noticia en Alemania con la que se preparan para lo peor).
La sequía, un problema que España está afrontando «tarde y mal»
España ha experimentado una primavera caracterizada por la sequía, con escasas precipitaciones y temperaturas inusualmente altas, según el informe del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Una de sus conclusiones es que la sociedad actúa «tarde y mal» para abordar la problemática.
La situación es crítica ya que el territorio peninsular enfrenta los cuatro tipos de sequía: meteorológica, hidrológica, agrícola y socioeconómica. Esta crisis se atribuye al comportamiento global del sistema océano-atmósfera y, como te imaginarás, tiene bastante que ver con el cambio climático.
La falta de lluvias y las temperaturas elevadas han creado un escenario preocupante que afecta no solo a la disponibilidad de agua, sino también a la agricultura, los recursos hídricos y la economía en general. La sequía meteorológica ha dejado ver una escasez continuada de precipitaciones.
Cataluña declara el estado de emergencia: la situación es «crítica»
La sequía ha alcanzado su punto máximo en Cataluña, donde las reservas de agua del sistema Ter-Llobregat han caído por debajo del 16 % de su capacidad. El presidente catalán, Pere Aragonès, anunció la extensión del estado de emergencia a 202 municipios, afectando a más de seis millones de habitantes en el sur de de Girona:
Otra de las zonas afectadas, y con una població todavía mayor, es el área metropolitana de Barcelona. La situación es catalogada como «crítica», según la vicepresidenta de la Generalitat, Laura Vilagrà, y conlleva restricciones más severas en el uso del agua, abarcando aspectos agrícolas, industriales, urbanos y recreativos.
La alerta en el semáforo del plan catalán implica medidas más estrictas para hacer frente a la escasez. Los efectos se extienden a los pantanos, acuíferos, desalinizadoras y plantas de potabilización que conforman el Ter-Llobregat, impactando en la vida cotidiana de unos seis millones de habitantes.
El presidente catalán subrayó la gravedad de la situación al afirmar que nunca antes había habido una sequía tan prolongada y de tal intensidad en la región. Con 40 meses de niveles extremadamente reducidos de lluvia, incluso semanas sin precipitaciones en amplias áreas del país, Cataluña se enfrenta a una crisis sin precedentes.
Lo que pasará a partir de ahora en más de 200 municipios
Ante la magnitud de la sequía, Cataluña ha implementado medidas para controlar el gasto de agua. La primera acción consiste en limitar el volumen liberado diariamente de las reservas, estableciendo una dotación máxima por persona y día de 200 litros en municipios en emergencia I.
Si la situación empeora, el plan de sequía contempla reducciones adicionales a 180 y 160 litros por persona y día en los estadios II y III, respectivamente. Esta limitación se extiende a actividades económicas y comerciales, no limitándose únicamente a los hogares.
El presidente Aragonès alertó sobre la gravedad de la sequía, describiéndola como la peor del último siglo, y confirmó que Cataluña entra en fase de emergencia, afectando a más de 200 municipios en el área de Barcelona y las comarcas de Girona. ¿Ves por qué este problema es de tal calado?
El estado de emergencia en Cataluña, como ves, no es una declaración simbólica ni una reivindicación. Se trata de una de las primeras consecuencias graves del cambio climático en nuestro país. El Gobierno continúa tomando medidas desesperadas para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera. Eso sí, mantienen esta decisión con la que llevan la contraria a toda Europa y a parte del mundo.
