La central nuclear, a punto de estallar: toda una localidad en vilo

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Publicado el: 3 de diciembre de 2024
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La central nuclear de Almaraz encabeza la lista de plantas atómicas de España en cerrarse pero la ministra saliente no dio la orden respectiva en el que fue su último día en funciones y ahora todos se preguntan ¿Hasta cuándo estas instalaciones pueden estar operativas?

Es la primera central nuclear española que tiene los días contados

Recientemente Teresa Ribera dejó el cargo de ministra de Transición Ecológica quedando pendiente dentro de las tareas a realizar el cumplimiento del calendario de cierre de plantas nucleares.

Según el Periódico Extremadura, la ministra se despidió del cargo para ocupar el puesto de vicepresidenta de Transición Justa, Limpia y Competitiva en Europa, sin autorizar el apagón de la Central de Almaraz, lo que ha dejado algo inquieta a la población extremeña.

De acuerdo con MITECO, los dos reactores de la central de esta localidad entraron en funcionamiento en 2020 y según el calendario programado la Unidad I deberá desconectarse en noviembre de 2027, mientras que la Unidad II cerrará en octubre del próximo año.

La aprobación está dada pero no hay interés en hacer cumplir el calendario

José Luis Quintana, delegado del Gobierno en Extremadura, señaló que se cuenta con el visto bueno de las empresas, quienes en 2019 dijeron estar de acuerdo en desmantelar las centrales pero a la fecha de hoy no han mostrado interés en continuar con este proceso.

Sin embargo, las compañías tampoco se han manifestado dispuestas a participar en la continuidad de las operaciones de la planta, lo que ha impedido hasta ahora decidir si se cierra o no una central que genera por encima del 3% de la demanda eléctrica anual en España, equivalente al consumo de 2 millones de hogares por año.

Una posición abiertamente en contra de la clausura de la planta es la de María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, quien señaló a través de las redes sociales que esta planta no se cerraría, negándose a dar inicio al calendario de cierre que suscribió la ministra saliente de Transición Ecológica y acusó a esta de «sectarismo medioambiental».

Entre los argumentos expuestos por Guardiola para oponerse al cierre de la planta está la de servir de fuente de miles de empleo y proporcionar energía a millones de familias, además de formar parte de la soberanía energética en España.

Precisamente durante el I Observatorio de la Energía la presidenta de la junta planteó un fuerte discurso contra la exministra señalando la contrariedad que significa para Extremadura y España en general el cese a las operaciones en la central de la localidad de Almaraz.

¿Un error grave que atenta contra la soberanía española en materia de energía?

Señalando que se iba en contracorriente, a diferencia de Alemania o Francia donde se estaban reabriendo plantas nucleares, Guardiola criticó el desempeño de la exministra Ribera y su iniciativa de cerrar las centrales nucleares en territorio español.

Sostuvo que la posición de la anterior cabeza del Ministerio de Transición Ecológica sobre el cierre de estas plantas solo obedecía a intereses personales por cuanto dicha acción catapultaba su candidatura para el alto cargo que ahora ocupa en Europa, pero que esto va en detrimento del sentido común y que podría afectar los intereses de España.

En apoyo de su posición de mantener en operaciones la planta nuclear alegó que los reactores en funcionamiento son similares a los de países donde se están extendiendo los tiempos de operación hasta en 80 años, como es el caso de North Anna, la gemela de Almaraz en Estados Unidos.

Durante el encuentro alegó además sobre el incremento que ha tenido el sector energético regional, al registrarse un 13,43% de aumento en 2023 en comparación con el año anterior al alcanzar 29.750GWh.

En conclusión, la localidad extremeña está en vilo no tanto porque represente un riesgo mantener operativa su central nuclear y pueda estallar como lo han hecho otras en el mundo, sino porque un posible cierre también significa la pérdida de cientos de empleos y la soberanía energética española.