A pesar de que las plantas nucleares en España tienen fecha de vencimiento, de acuerdo a las disposiciones gubernamentales alineadas con los objetivos de desnuclearización de la energía, la mayoría de ellas están a pleno funcionamiento contando los días para apagarse. Mientras tanto, la alarma sonó en una ciudad española tras verificarse un inconveniente en su central nuclear que podría haber sido una catástrofe.
Una central nuclear española provoca temblor en la comunidad
Muchas de las catástrofes mundiales han llegado tras una gran calma, sin aviso previo y este suceso sin dudas pudo haber sido el caso que hoy nos preocupa. Recientemente un episodio anormal ha ocurrido en una central nuclear de España para sorpresa de la población.
Uno de los reactores nucleares de Almaraz ubicadas en la localidad de Cáceres notificó hace unos días que dos válvulas de protección de la seguridad habían permanecido inoperables, pasando inadvertidas por los operarios de la planta.
La central nuclear Almaraz II fue la instalación que presentó un funcionamiento inusual y por fuera de los límites establecidos de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), lo que produjo inquietud y encendió todas las alarmas de las autoridades nucleares.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) destacó que esta situación que causó intranquilidad entre los operarios no ha resultado dañina ni para el ambiente, ni para las personas por lo que, a pesar de encontrarse fuera de los valores normales, no generó ningún tipo de impacto.
La central de Almaraz en el foco de atención antes del apagón total
En medio de la controversia por el cierre de las plantas nucleares en España, la central nuclear de Almaraz vuelve a estar en los titulares de los periódicos tras presentar no uno sino dos comportamientos irregulares: una falla en sus válvulas de seguridad y un desapercibido registro de esa falla.
Es decir, que la ciudad de Cáceres y sus alrededores hoy pueden contar este confuso episodio como un inconveniente más cuando pudo haber sido una catástrofe mayor de forma sorpresiva, sin anuncio previo.
Lo cierto es que las autoridades de la central nuclear que según las reglamentaciones cerrará sus puertas para el 2028 han confirmado que el anormal funcionamiento fue ocurrido porque los manómetros de prueba no cumplen los requisitos exigidos por el código ASME OM.
Los efectos producidos por estos dispositivos analógicos utilizados para determinar la presión de ajuste de las válvulas se encuentran dentro del intervalo de incertidumbre permitida por las ETF, pero no se atienen a las normas del código que regulariza la operatividad de la central nuclear.
La falla en la planta nuclear Almaraz II pudo haber provocado una catástrofe
De acuerdo a los resultados aportados por el Consejo de Seguridad Nuclear, la falla se produce en el sistema de refrigeración de agua del reactor que protege contra las sobrepresiones en frío y se ocupa de extraer el calor residual (RHR) de esta unidad.
A pesar de este inconveniente que ha pasado inadvertido por el sistema de seguridad, el CSN señala que el suceso se ha calificado con un nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), lo que corrobora que no ha causado perjuicios en la comunidad.
No obstante el indemne resultado que provocó este irregular funcionamiento, la autoridad máxima en materia nuclear advirtió que se aumentaron los sistemas de vigilancia en la central nuclear de Almaraz, que se encuentra al 100% de su potencia.
No entraremos aquí en el debate de si es buena o no la reglamentación del cierre de las plantas nucleares, pero si sugerimos que la seguridad del medio ambiente y de los seres vivos debe estar confirmada ante cualquier eventualidad o falla técnica imprevista. Para quienes se benefician de la energía renovable de la central nuclear deben considerar la responsabilidad que tienen en sus manos.











