Rompen las reglas de la ciencia: Reconfiguran un material para hacer lo imposible

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Publicado el: 30 de mayo de 2025
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Hay materiales que poseen propiedades únicas que los hacen ser indispensables en múltiples aplicaciones, sin embargo, su manipulación permite alterar estos atributos para ampliar sus usos en diversos campos. Lo significativo es que los mismos resultan muy eficaces como elemento. Como ejemplo te traemos este material que la ciencia ha reconfigurado para hacer lo imposible. Pasemos a ver de qué se trata.

Un elemento aislante por excelencia

Este material es fabricado del silicio, que es una sustancia muy abundante en la naturaleza, tiene una contextura que es sintética del tipo inorgánica. La constitución básica de este polímero es con cadenas lineales cuyos eslabones están formados por oxígeno y silicio, aunque suelen aparecer en su estructura moléculas de grupos orgánicos, carbono, hidrógeno y otros elementos orgánicos comunes.

Posee atributos por los que es muy utilizado en la industria. Entre ellas resulta que es muy estable, ya que no reacciona con otras sustancias químicas muy fácilmente, es impermeable y tiene una gran capacidad térmica, ya que aguanta temperaturas entre los 250 y los – 60 °C, pero su uso es más extendido en el sector eléctrico puesto que es un aislante al paso de la corriente de muy alta resistencia.

La ciencia permite el desarrollo de un tipo de silicón muy especial

Un equipo de científicos de la Universidad de Míchigan, en los Estados Unidos, ha creado una clase de silicón del tipo copolímera que tiene la propiedad de conducir la corriente eléctrica. Esto lo hace gracias a que posee dos estructuras básicas de formación de la cadena de silicio y oxígeno: una que es lineal y la otra en forma de jaulas. La composición fundamental de este material cuando es aislante es con forma lineal.

Pero en el caso del silicón copolímera, el ángulo del enlace es ampliado de 110 º a 150 º en estado de excitación. Lo cual hace que se comporte en forma muy parecida a un metal en el sentido de que pueda pasar un flujo de electrones que conforma una corriente eléctrica, cambiando así su principal característica de aislante a un semiconductor que hace que su utilidad sea mucho mayor en varios sectores.

Lo mejor es que, al combinar estas estructuras, se puede crear un “semiconductor por partes”, donde una superficie puede ser conductora por secciones (resulta en un material revolucionario como este que sustituye al vidrio en las construcciones). Por lo que se acabó la creencia de que este elemento era aislante en todas sus formas. Pero este nuevo material tiene otra característica muy curiosa.

Que ha adquirido gracias a la manipulación de la ciencia. La misma se refiere a que cambia su color de acuerdo al tamaño de sus cadenas moleculares, por ejemplo, a medida que tenga menor longitud, su luz emitida tiende al azul en diferentes matices, mientras que cuando es más larga va cambiando de color hacia el rojo también en varias intensidades. Esto se debe al salto de electrones entre diferentes niveles de energía.

Las aplicaciones de este material como semiconductor

Este material, modificado por la ciencia, es más sostenible que otros semiconductores convencionales como el amianto y metales, es más eficiente energéticamente y su fabricación está exenta de emisiones de gases de efecto invernadero. Estas propiedades lo hacen ideal para aplicaciones como pantallas para TV y monitores, paneles solares del tipo flexible, sensores para monitoreo, entre otras.

En conclusión, este nuevo silicón que se comporta como un metal semiconductor tiene un abanico de usos en la industria (el cual es parecido a este material imposible pero con una gran capacidad de absorción), sobre todo en la de electrónica flexible. Asimismo, tiene la propiedad de emitir luz azul o roja la cual puede ser utilizada como señalización de niveles de flujo de corriente.