Cinco animales que no duermen, el número 4 lo solemos comer a menudo

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Por HoyECO
Publicado el: 28 de diciembre de 2025 a las 09:03
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Imagen comparativa de un búho con mirada frontal y un tiburón nadando bajo el agua

Las listas de (animales que no duermen) suelen viralizarse rápido porque rompen una idea básica (que todos necesitamos descansar). El problema es que, en biología, (dormir) no siempre significa quedarse inmóvil con los ojos cerrados. En muchos casos, lo que vemos es (sueño en modo ahorro) o (descanso con vigilancia) y no una ausencia total de sueño.

De hecho, la evidencia reciente en animales salvajes sigue apuntando a una conclusión incómoda para estos rankings (el sueño es extraordinariamente común y, cuando es peligroso, la evolución no lo elimina, lo transforma). Los siguientes párrafos hablan de los 5 animales que no duermen y la clave está en cómo descansan.

Delfines y sueño unihemisférico (duermen sin desconectarse)

Los delfines no son (insomnes) en el sentido literal. Son el ejemplo clásico de (sueño unihemisférico) (un hemisferio cerebral descansa mientras el otro mantiene funciones críticas como la respiración y la vigilancia). Esa estrategia encaja con su vida en el mar, donde respirar implica subir a la superficie de forma voluntaria y donde bajar la guardia puede ser letal.

En pruebas de comportamiento, se ha observado que pueden sostener tareas de vigilancia con ecolocalización durante días sin caída notable del rendimiento, un indicio de que su descanso se reparte de forma muy distinta a la nuestra.

Ranas toro (la afirmación de que no duermen está discutida)

La rana toro aparece a menudo en listas como “el animal que no duerme”, pero aquí la ciencia pide freno. Una revisión muy citada recuerda que la idea se apoya sobre todo en un estudio antiguo y que, con criterios modernos, (no es sólido concluir que no duermen) solo porque reaccionen a estímulos dolorosos durante el reposo.

Dicho de otro modo (pueden descansar de forma ligera y reactiva) o alternar estados difíciles de medir con los métodos clásicos, algo que también se ha señalado en investigaciones históricas con ranas y criterios electrográficos.

Bluefish y peces pelágicos (nadar para ventilar no equivale a no dormir)

En peces de vida muy activa, el debate no es si “duermen como nosotros”, sino si pueden permitirse (inactividad prolongada). El bluefish (Pomatomus saltatrix) se estudia en fisiología del nado y la ventilación branquial, incluyendo la transición a (ram ventilation) (ventilar al avanzar), lo que ayuda a entender por qué algunos depredadores pelágicos pasan gran parte del tiempo en movimiento.

Eso no prueba que (nunca duerman). Lo que sugiere es una posibilidad distinta (descanso compatible con movimiento repetitivo) o periodos de menor respuesta mientras mantienen la mecánica de respirar y desplazarse.

Tilapia y melatonina (no es que no tenga sistema, es que puede funcionar distinto)

Otra afirmación frecuente es que la tilapia “no duerme porque no tiene glándula pineal”. En realidad, la evidencia en peces apunta a un sistema de (melatonina y ritmos) con variaciones por especie. En tilapias se ha descrito que la secreción rítmica puede depender de señales de luz y de la entrada visual, y que el control circadiano no siempre funciona como en otros vertebrados.

Traducción práctica (su descanso puede estar muy ligado a luz, temperatura y conducta) y por eso se confunde (actividad nocturna o reposo breve) con “no dormir”.

Mosca de la fruta (puede sobrevivir con poquísimo sueño, pero no significa que no duerma)

La mosca de la fruta (Drosophila) es famosa en laboratorio por algo más interesante que un titular. En experimentos con miles de individuos se han visto hembras que duermen apenas (minutos al día) y, bajo privación de sueño, los machos no murieron antes, mientras que las hembras redujeron su vida media solo unos días dentro de una vida típica de semanas.

Aquí el matiz es clave (no es ausencia total garantizada, sino tolerancia a dormir muy poco). Y, aun así, el debate científico no concluye que el sueño sea irrelevante, sino que su función puede variar y que (privación) y (estrés experimental) no siempre se separan bien.

Por qué estas listas engañan (y por qué importan)

Si se define el sueño solo como (quietud con ojos cerrados), muchas especies parecen no dormir. Cuando se usan criterios más finos (cambios en actividad, umbral de respuesta, ritmos y señales neurofisiológicas), el panorama cambia y la mayoría (descansa de alguna forma).

En humanos, organismos oficiales recuerdan que dormir bien se asocia con salud física, mental y seguridad (incluido el riesgo de accidentes), y aunque no se puede trasladar 1 a 1 a otras especies, sirve como contraste frente a la idea de que el sueño es prescindible.


HoyECO

Equipo editorial de ECOticias.com (El Periódico Verde), integrado por periodistas especializados en información ambiental: naturaleza y biodiversidad, energías renovables, emisiones de CO₂, cambio climático, sostenibilidad, gestión de residuos y reciclaje, alimentación ecológica y hábitos de vida saludable.

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