El deseo de conocer mejor cómo ha sido la evolución de las civilizaciones humanas a lo largo de diversos períodos históricos ha llevado a los investigadores hasta los lugares más recónditos del planeta donde exista cualquier tipo de vestigio del pasado para desentrañar sus misterios. Es así como encuentran una ciudad que había estado perdida por varios milenios en Egipto, porque estaba sumergida bajo el agua.
Se descubre un nuevo tesoro arqueológico en Egipto
La arqueología es una ciencia que, además de interesarle a quienes la ejercen, despierta grandes pasiones entre muchas personas, pues el conocimiento de las diferentes culturas antiguas resulta atractivo porque allí se encuentran las raíces de la humanidad actual. Pero, a pesar de que estudia lo que había en el pasado, esta disciplina científica no permanece estática, sino que cambia frecuentemente con cada hallazgo.
Y eso resulta más evidente en esta época porque se cuenta con más recursos tecnológicos que facilitan la realización de búsquedas más exhaustivas, que permiten llevar a cabo descubrimientos nuevos, aun en las regiones más estudiadas. Como en el caso de Egipto, donde encuentran una ciudad perdida que permaneció muy bien escondida porque había estado sumergida bajo el agua durante varios milenios.
Una antigua ciudad egipcia revela sus secretos
Egipto ha sido una de las fuentes más ricas de hallazgos arqueológicos para el mundo, y aunque ha sido objeto de innumerables exploraciones a lo largo de su geografía, recientemente volvió a despertar la admiración del mundo científico. Porque dieron a conocer que hace poco se descubrió una ciudad en excelente estado de conservación, sumergida desde hace dos milenios en su costa mediterránea, frente a Alejandría.
Aparentemente, es una prolongación de Canopo, una antigua y próspera localidad que tuvo sus días de esplendor entre las épocas ptolemaica y romana, que fue muy conocida por su devoción al dios Serapis, que fue concebido para establecer un nexo entre egipcios y griegos. El núcleo urbano posee un alto grado de sofisticación, como lo demuestra su nivel de planeamiento urbanístico que le confirió una gran funcionalidad.
Entre las edificaciones encontradas hay talleres de artesanía, casas particulares, grandes templos elaborados con piedras calizas, cisternas para crianza de peces y hasta tanques tallados en piedra para el almacenamiento de agua. También construyeron un atracadero con una longitud de 125 metros destinado a la salida y recepción de naves marinas pequeñas, lo cual revela que era un lugar con mucha actividad comercial.
Otros hallazgos realizados en ese lugar incluyen una amplia variedad de estatuas, una embarcación y varios implementos relacionados con la actividad marina. La ciudad se hundió en las aguas en el periodo comprendido entre los siglos III y VIII d.C. (como este camino que posiblemente conduce a la Atlántida), debido al aumento paulatino del nivel del mar y permaneció oculta por dos mil años, pero finalmente Egipto recuperó este tesoro.
Solo se extraen algunos objetos de la ciudad sumergida
El nuevo hallazgo de una antigua ciudad sumergida bajo las aguas en el Mediterráneo, y que está en un magnífico estado de preservación, ha permitido rescatar varios objetos que fueron escogidos cuidadosamente. Pero la mayor parte de lo que allí se encuentra permanecerá en su ubicación original, porque es muy complicado extraer todo, así que pasará a formar parte del patrimonio submarino de Egipto.
De esta forma, se descubre toda una antigua ciudad sumergida en las aguas del Mediterráneo, que había permanecido oculta durante varios milenios (en España se hizo un descubrimiento que pudieran ser restos de la Atlántida). Los hallazgos mostraron que era un lugar con un buen planeamiento urbanístico y que tenía mucha actividad comercial, y algunos objetos fueron extraídos, pero la mayor parte será parte del patrimonio submarino de Egipto.








