Italia es uno de los países más hermosos de Europa y es reconocido por ser uno de los destinos turísticos más solicitados. Uno de sus mayores tesoros se dio a conocer por National Geographic como la ciudad menos italiana, porque allí conviven a orillas del mar tres culturas que son muy diferentes entre sí.
Una ciudad portuaria donde convergen tres grandes culturas
En la zona noreste de Italia se encuentra la región de Friuli-Venecia Julia, cuya capital Trieste, está frente al mar Adriático, y limita con Eslovenia. National Geographic la calificó como la ciudad menos italiana de Italia, porque allí conviven en total armonía tres civilizaciones muy diferentes, la eslava, la latina y la alemana.
Esa particularidad la convierte en uno de los lugares más cosmopolitas de Europa, con una historia que se inicia desde el 50 a.C cuando fue conquistada por Roma, posteriormente en el siglo XII formó parte del imperio de los Habsburgo. Por último, a comienzo del siglo XX pasó a formar parte del territorio italiano.
El largo recorrido que convirtió a Trieste en un lugar cosmopolita
Si hay una ciudad europea que ha sido influenciada por culturas cercanas, es Trieste, la capital de la región Friuli-Venecia Julia, y una de las más internacionales que hay en Europa. De hecho, National Geographic la ha descrito como la menos italiana de ese país, debido a la variedad de civilizaciones que la han marcado.
Trieste es una ciudad antigua, su nombre se deriva de Tergeste, que fue el nombre que le dieron los romanos cuando conquistaron Iliria, en el año 50 a.C. Posteriormente se vieron sometidos a la acción de invasiones por parte de los bárbaros, hasta que finalmente en el siglo XIV quedó protegida por los Habsburgos.
Por último, después de una serie de revueltas, pasó a formar parte de Italia, donde sufrió muchos de los dolorosos eventos de la Segunda Guerra Mundial, y parte de su territorio fue invadido por Yugoslavia. Pero lo recuperó en 1954 tras la firma del Memorándum de Londres, y desde entonces ha estado en paz.
Actualmente, es una ciudad moderna que cuenta con una población aproximada de 205.000 habitantes, y que ha evolucionado para transformarse en un lugar donde tres grandes culturas como la latina, la alemana y la eslovena le han dejado un legado multiétnico. Gracias a esto se disfruta de un ambiente cosmopolita.
Ese largo recorrido en la vida de Trieste ha permitido que las personas que han llegado desde varios lugares para construir aquí su hogar, hayan dejado partes de sus culturas para enriquecer su idiosincrasia. Por ese motivo, quienes la visitan tienen una amplia variedad de opciones para su disfrute y diversión.
Trieste tiene mucho que ofrecer a sus visitantes
Para conocer Trieste hay que hacerlo con calma, para empezar, hay que recorrer sus calles donde la arquitectura neoclásica está por todas partes, un ejemplo es el castillo de San Giusto. También hay una iglesia ortodoxa serbia, que es Saint Spyridon, y si de naturaleza se trata, está la imponente cueva gigante de Trieste.
Otro aspecto relevante es que se considera la ciudad del café, ya que su importación cuenta aquí con condiciones favorables, y además de ser una ventaja comercial, ha permitido que abunden los cafés literarios. Todo lo cual hace de esta una ciudad internacional enriquecida por las diferentes culturas que la nutren.
Por último, una visita a Trieste va a transportar al turista a un pasado lleno de historia, donde tres países dejaron una huella profunda que se evidencia en su arquitectura y sus costumbres. Es una experiencia única estar en Italia y al mismo tiempo disfrutar de tres culturas tan divergentes en un ambiente tan cosmopolita.
