No es difícil encontrar supercoches abandonados en esta ciudad de Oriente Medio. En pleno descampado y aparcamientos, McLaren, Bugatti Veyron, Ferrari 458 Italia y hasta un Enzo se convierten poco a poco en chatarra. Para aquellos que desconocen las verdaderas razones de este abandono, puede parecer una locura dejar que estos bólidos de lujo con precios de cientos de miles de dólares queden bajo el sol y en medio de la arena. Aquí veremos las causas de este fenómeno y las sorprendentes medidas que está tomando el Ayuntamiento para resolver este problema.
Nadie puede creer que estos supercoches terminen abandonados en esta ciudad de Oriente Medio
En Oriente Medio existe una ciudad donde los majestuosos rascacielos parecen surgir de las candentes arenas del desierto y en sus relucientes calles se desplazan una gama de superdeportivos que pueden formar parte del sueño de cualquier mortal. Sin embargo, en los aparcamientos y zonas industriales, esos mismos coches de ensueño pueden haber sido abandonados.
Esos lugares de la ciudad donde reina el lujo se han convertido en cementerios donde reposan cada año hasta 3 mil vehículos, muchos de ellos supercoches a los que no les falta nada. Se trata de un fenómeno creciente, pues cada vez se observan más coches de alto valor abandonados por sus propietarios.
Un informe del Ayuntamiento de Dubái recientemente publicado señala que en el primer semestre de este año fueron incautados 1387 vehículos y fueron advertidos más de 6000 dueños. Ahora bien, ¿Cuáles son los motivos que llevan a estos propietarios a abandonar estos costosos coches?
Estas son las razones por las que dejan a un Bugatti o Ferrari Enzo pudrirse al sol
Curiosamente, son económicas las razones por las que el dueño de un Ferrari Enzo o un Lamborghini Aventador, cuyo precio supera los 4 millones de euros, dispone dejarlo en el desierto o sin ningún tipo de cubrimiento en aparcamientos públicos expuestos a un deterioro progresivo.
En Dubái, el 88 % de la población son expatriados; muchos de ellos, inversores y nuevos ricos que ingresan al país con la intención de vivir con un fantástico derroche de lujo, y lucir uno de estos superdeportivos forma parte de esa experiencia. Sin embargo, al final de su estadía, llevarse el coche o venderlo no es viable.
Estos supercoches son muy costosos y los visitantes normalmente los adquieren pagando una alta cuota inicial, pero los abultados desembolsos no terminan allí, pues caen en cuenta de que mantener un coche nunca ha sido tan caro, debido a los altos costes asociados al seguro, matriculación y mantenimiento.
En este contexto, cuando el propietario se ve afectado por un negocio que no terminó bien, una crisis financiera, la falta de empleo o deudas impagadas, prefiere salir del país antes que terminar en la cárcel y lo hará dejando su coche de lujo abandonado en el desierto o un aparcamiento, incluso con las llaves puestas.
Te sorprenderá saber lo que hace el Ayuntamiento de Dubái con estos bólidos de lujo abandonados
El Ayuntamiento de Dubái ha establecido protocolos para el retiro de coches abandonados. Cuando detecta alguno estacionado durante mucho tiempo, sin matrícula legal o en estado descuidado, el primer paso es notificar al dueño y darle un plazo para que responda, generalmente de 3 a 5 días. Si el propietario no responde, entonces el vehículo es remolcado al depósito.
La acción gubernamental de Dubái respecto a estos coches de lujo, cuyos dueños quieren deshacerse de ellos una vez que se ven en problemas para mantenerlos, pretende alcanzar dos objetivos:
- Evitar que se conviertan en foco de residuos o vandalismo
- Preservar la imagen de metrópoli limpia, moderna y ordenada
En conclusión, cuando supercoches son observados aparcados, expuestos a la arena, al viento o al sol, en alguna zona de esta ciudad que ha llegado demasiado lejos con su última exageración, se inicia un protocolo por parte del Ayuntamiento. De manera inmediata, notifica al propietario para que acuda a buscarlo. En la mayoría de los casos, el dueño no acude y no queda más remedio que enviarlo al depósito. Posiblemente se trate de un visitante que ha decidido irse del país, dejando el costoso vehículo en un aparcamiento, una zona industrial o cualquier otro lugar del desierto donde estará expuesto al sol, las escasas lluvias y la abundante arena.













