¿Qué les está sucediendo a los coches eléctricos en el frío? Miles de conductores están protestando por quedarse sin autonomía o tener que llevarlos de urgencia al taller, algo que llevamos tiempo avisando. Sin embargo, la última noticia es todavía más preocupante, y es que las bajas temperaturas están ocasionando graves problemas. Te contamos lo que está suceidnedo.
Los coches eléctricos bajan de la sexta marcha: descienden las ventas
El invierno no solo trae consigo temperaturas gélidas, sino también un descenso en las ventas de coches eléctricos. Esta tendencia revela la preocupación de los potenciales compradores ante los desafíos que enfrentan estos vehículos en climas fríos.
La pérdida de autonomía y el aumento en los gastos de energía para contrarrestar el frío están afectando la popularidad de los coches eléctricos en la temporada invernal. La caída en las ventas refleja la necesidad de abordar los inconvenientes específicos de los propietaris de estos vehículos.
Como te imaginarás, nadie quiere hacer una inversión de 40 000 euros para luego quedarse sin automóvil durante varios días por algo tan normal y recurrente como el frío. No es algo que sucede solo en regiones de montaña, sino también en la costa, como en Valencia o Girona.
El problema detectado en los coches eléctricos: esto les pasa cuando hay frío
Uno de los problemas más evidentes en los coches eléctricos en frío es la significativa pérdida de autonomía. Imagina planificar un viaje solo para encontrarte con la desagradable sorpresa de quedarte sin batería antes de llegar a tu destino.
Esta situación se vuelve más común en invierno debido a la necesidad de calentar las baterías para mantener su eficiencia. Las baterías de iones de litio, comunes en los coches eléctricos, experimentan reacciones electroquímicas en su interior.
El frío afecta la eficiencia de estas reacciones, reduciendo la capacidad de la batería y, por ende, la autonomía del vehículo. Además, el aumento en el consumo eléctrico para mantener la calefacción a 25 ºC conlleva a un gasto adicional, lo que podríamos definir como una pescadilla que se muerde la cola.
Este problema va más allá de una simple incomodidad. La pérdida de autonomía puede traducirse en situaciones de estrés y retrasos, especialmente en viajes largos o en áreas con escasa infraestructura de carga. La confianza en la movilidad eléctrica se ve comprometida cuando los usuarios no pueden depender plenamente.
¿Qué le sucede a la batería de los coches eléctricos en frío?
Una temperatura exterior idónea para las baterías de los coches eléctricos se sitúa entre los 15 y los 25 grados Celsius, por lo que en España el impacto del frío no es tan exagerado, al menos durante la mayor parte del año; de hecho, según algunos estudios, la reducción de autonomía de un eléctrico a causa del frío en nuestro país ronda solo el 15 %.
Sin embargo, en climas extremos sí puede acabar convirtiéndose en un verdadero problema. Muchos fabricantes han intentado buscar solución a la pérdida de autonomía a causa del frío en los eléctricos y lo han hecho implementando sistemas de gestión térmica para mantener la temperatura óptima de funcionamiento.
Los conductores han empezado a utilizar la calefacción de asientos para mejorar la eficiencia de sus baterías, aunque esta tampoco es la solución más conveniente. La razón es la misma que comentábamos antes y está relacionada con el coste que supone mantener este sistema encendido.
Esta situación que reflejan los coches eléctricos en el frío es preocupante, pero está claro que todavía seguimos probando con una tecnología nueva. ¿Qué podría suceder con los de hidrógeno? Sabes que llevamos un tiempo fijándonos en estos, y todo apunta a que no tendrían el mismo fallo de fábrica. De todos modos, queda esperar para comprobar si es cierto o no.













