Unos científicos daneses han confeccionado una nueva tecnología para eliminar la combustión de la ropa usada. En lugar de quemarla, proponen reciclarla. Su iniciativa es separar las fibras de la ropa para que puedan procesarse y usarse otra vez. Hasta ahora, esta tarea se veía como algo imposible. Es por eso que esta propuesta se ve como un antes y un después en la manera en la que reciclamos. Un nuevo procedimiento que promete transformar la manera en la que reciclamos. Abre un nuevo abanico de posibilidades para reutilizar materiales que en antaño eran descartadas.
El elastano, altamente conocido por su elasticidad y comodidad, es un componente clave en muchas prendas, como las mallas para correr. No obstante, este material se enfrenta a un desafío cuando se mezcla con fibras de algodón, lana o nailon, haciendo más difícil su reciclaje. Estas combinaciones de fibras han hecho que el reciclaje de ropa sea una tarea complicada, con tan solo un 6% de la ropa desechada en Dinamarca siendo reciclada, un dato que se compara con un 32% de los envases plásticos.
Steffan Kvist Kristensen, profesor asistente del Centro de Nanociencia Interdisciplinaria en la Universidad de Aarhus, y su equipo han dado un paso importante para desarrollar una técnica que separe el elastano del nailon. Aunque el proceso todavía necesita hacer algunos ajustes para tratar el algodón, Kristensen conserva el optimismo.
Separar el elastano de otras fibras no es algo fácil, puesto que se entrelazan a nivel molecular. El equipo usa una especie de olla a presión gigante, calentando la ropa a 225 grados Celsius y aportando un alcohol específico. Este paso a paso rompe los enlaces moleculares del elastano y separa las fibras.
La ropa usada ya no estará sometida a la combustión
La investigación dio un giro inesperado cuando salió a la luz que el hidrógeno de potasio, un componente principal de los limpiadores de desagües, acelera el proceso de separación de fibras. Así se evita la utilización de químicos agresivos, en sintonía con una visión más sostenible y ecológica.
Pese al éxito inicial con medias de nylon, todavía queda mucho por delante para que esta tecnología se aplique a gran escala. Kristensen recalca la importancia de adoptar y ampliar esta tecnología en la industria química, sobre todo en países como Alemania, donde la infraestructura ha avanzado más.
“La industria química en Dinamarca es pequeña, pero Alemania tiene algunas de las plantas más grandes del mundo. Lo más probable es que puedan utilizar nuestro método para reciclar grandes cantidades de fibras de ropa que contiene elastano. Si queremos tener éxito con esto, tenemos que conseguir que las grandes plantas químicas se suban a bordo. Pero deben ver un modelo de negocio en la compra de materiales reciclados y su uso en la producción de nuevas fibras. Si no lo hacen, la tecnología nunca despegará”, explica.
La investigación forma parte de un estudio de química experimental, aunque ya ha recibido el apoyo de varias fundaciones danesas. La Universidad de Aarhus, co-propietaria de la patente, ve en este proyecto un futuro prometedor, pese a que el éxito comercial depende de la adopción industrial del método.
Un significativo avance para eliminar la combustión de la ropa usada. La humanidad se acerca un poco más a un reciclaje más eficiente y sostenible de textiles, brindando esperanza en una industria de la moda más consciente con el medio ambiente.
El mundo de la moda está cambiando
El paso del tiempo ha hecho que muchas personas recapaciten sobre la sostenibilidad y el impacto de su propia huella medioambiental. De este modo, varias tiendas de moda circular han ido apareciendo en escena. Si bien son proyectos diferentes, representan la antesala a proyectos muchos más ambiciosos como este.












