Las barras de acero son utilizadas en la construcción para crear los esqueletos de las edificaciones, proporcionando resistencia al hormigón. Sin embargo, tienen problemas de corrosión y son una fuente importante de emisiones de CO2. Te presentamos el material que podría sustituirlas: el cáñamo.
El cáñamo: el vegetal que puede sustituir al acero
El Instituto Politécnico Rensselaer, una universidad privada ubicada en Troy, Nueva York, USA, ha desarrollado una metodología que sustituye las barras de acero de refuerzo en la construcción con cemento, para dar la rigidez y resistencia de que carece este material por si solo.
Este reemplazo sería por barras cuyo componente principal es el vegetal conocido como cáñamo. Según esta investigación, las barras prolongarían la vida de las edificaciones, ya que no serían afectadas por la corrosión debida a la filtración de humedad, además de ser sostenibles y ecológicas.
El proceso que transforma al cáñamo en barras más fuertes que el acero
Estas barras están compuestas por una combinación de una resina bioplástica, fusionada al ser calentada a alta temperatura, con fibras que provienen del tallo del cáñamo. Esto, utilizando un método llamado «tecnología de decorticación».
En el que se separan las fibras del vegetal de su núcleo interno leñoso sin perjudicar las propiedades mecánicas de resistencia del material. Se basa en un procedimiento de desgomado que es sostenible, ecológico, amigable con el medio ambiente y libre de emisiones de gases de CO2.
Por lo que es una combinación de varias formas innovadoras de procesamiento de los biocompuestos de este vegetal. Para la creación de estas barras especiales de refuerzo, se utilizó una máquina CNC disponible en los laboratorios de materiales de construcción de la universidad.
Una de las propiedades que hace de este vegetal un material ideal para producir barras de refuerzo estructurales es su velocidad de crecimiento. Un árbol de cáñamo crece dos veces más rápido que un árbol de otras especies y no necesita condiciones especiales.
Además, su absorción de carbono también es el doble, lo que permite disponer de materia prima de calidad y lo suficientemente madura en muy poco tiempo. Sin embargo, se debe tener en cuenta la variedad de planta que se necesita, puesto que se utiliza la conocida como «cáñamo industrial».
Un inconveniente para la producción es que no se tiene una cadena de suministro confiable del cáñamo industrial, una variedad de este vegetal que tiene propiedades únicas de resistencia y fortaleza, haciéndola muy adecuada para la fabricación de estos elementos de refuerzo.
Los beneficios y costos de las barras de refuerzo hechas de cáñamo
Una de las principales desventajas constructivas del acero es la corrosión que se produce dentro de la estructura por efecto de la infiltración de agua. Lo peor es que este daño es invisible y va debilitando el elemento hecho de hormigón o cemento, requiriendo estudios especiales para su detección.
Otra forma de estimar el daño es tomando en cuenta factores como el clima y la humedad promedio en el ambiente. Asimismo, el acero es responsable de un gran porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero debido a su producción y uso.
En cambio, las barras de refuerzo hechas con este vegetal son tan fuertes o más que el acero y no sufren de corrosión, por lo que la vida útil de las casas y edificios se prolongaría. Además, su costo es muy bajo y el proceso para producirlas es muy ecológico y sostenible.
Como has podido ver, los refuerzos estructurales hechos de cáñamo son tan robustos como los hechos de acero, pero sin sus desventajas y son amigables con el medio ambiente. Por lo que no es descabellado suponer que las próximas casas se levantarán sin este mineral.













