La construcción recupera un material que no usábamos desde el Paleolítico: ha resultado ser el mejor aislante posible

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Publicado el: 17 de agosto de 2024
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En función de volver más sostenible a la construcción en vistas de llegar a cumplir con los objetivos para el 2030, el estilo vanguardista natural y la arquitectura pasiva son las corrientes más utilizadas por los estudios comprometidos con el respeto por el medio ambiente. En este proyecto veremos como un equipo de arquitectos utiliza los recursos de la región para lograr la eficiencia térmica y económica en una casa.

Los recursos naturales son el pilar sostenible de los nuevos métodos de construcción

Los materiales de la naturaleza se caracterizan por tener sus propias virtudes de acuerdo al lugar en el que subsisten. Es así como en regiones más frías, la madera de los árboles es más robusta para soportar el rígido clima que luego es eficientemente utilizada para la construcción de viviendas.

En este caso, un estudio de arquitectos reconocido por su trayectoria constructiva a nivel sostenible con la naturaleza, ha desarrollado un nuevo material de construcción en base a tierra y lana de oveja al que ha denominado “LanaTerra”.

Ante una solicitud de construcción de vivienda en la región de Los Pirineos, el estudio Edra Arquitectura Kilómetro 0 desarrolló un sistema prefabricado de paredes compuestas por recursos naturales disponibles en el entorno para obtener un material de excelente aislación térmica y acústica.

La innovación responde a las consignas sostenibles de la construcción pasiva sin emisiones de carbono, incorporando los recursos naturales propios y abundantes de fácil obtención y a costes bajos que posean la inercia térmica propia para lograr la eficiencia energética.

El estudio de arquitectura innovó con paredes prefabricadas a base de tierra y lana de oveja

El estudio de arquitectura a cargo de Àngels Castellarnau ubicado en Ayerbe (Huesca) fundado en el año 2015 está compuesto por profesionales que comparten un concepto constructivo bajo en carbono, con materiales naturales y con un carácter atemporal propio de la arquitectura moderna.

Este estilo de construcción fomenta la utilización de los recursos disponibles en la región, como la lana de oveja que en la actualidad se encuentra muy desvalorizada en el mercado fomentando la economía circular y el uso de materiales abundantes y naturales.

En este sentido, las oportunidades que ofrece la región montañosa del norte de España rica en madera, piedra y tierra, materiales que tienen por naturaleza una inercia térmica propia se agregó la lana de oveja abundante y excelente sustituto de las industrializadas.

Las piezas prefabricadas de lana de oveja y tierra son el resultado de dos años de investigación y pruebas de eficiencia que se utilizan en paredes y fachadas de una vivienda con bajo impacto ambiental, reduciendo la formación de residuos de obra y con un alto potencial de escalabilidad.

El material prefabricado es un potente aislante térmico para la construcción

Un recurso de alta inercia térmica como la tierra, que absorbe el calor y la humedad durante las horas de sol y lo libera al bajar la temperatura creando un clima más confortable sin la necesidad de utilizar artefactos de climatización adicionales, ahora se mezcla con la lana de oveja para aumentar la eficiencia.

La fibra ovina aporta una capacidad de aislación acústica y resistencia a las placas premoldeadas aptas para todo tipo de construcción. El nuevo material viene en un formato de grandes dimensiones, pero ligero fácil de transportar y montar en seco y lo más importante a un precio asequible.

El nuevo producto sostenible apuesta por la circularidad de la materia prima natural, por la utilización de los recursos del propio entorno sin necesidad de traslados pesados, por eso la denominación de Kilómetro 0 y fortalecer la economía del sector rural. La construcción baja en emisiones de carbono ahora aporta un nuevo material, después de haber probado este aislante natural.