Con la rápida aparición de nuevas alternativas más eficientes y sustentables para los materiales de construcción tradicionales, como estos bloques aislantes económicos y fáciles de instalar, no es de extrañar que algunos de estos elementos vayan desapareciendo. Tal parece que puede ser el caso del yeso, que está siendo reemplazado rápidamente por este nuevo superaislante más eficiente.
El superaislante que reemplazará al yeso
El yeso ha sido el material más usado en las construcciones modernas desde hace mucho tiempo. Surgió en su momento como una alternativa más económica, versátil y sencilla de usar que las tradicionales fachadas de concreto. Sin embargo, siempre presentó varios inconvenientes, como su fragilidad y la alta porosidad que absorbe humedad y reduce su capacidad de aislamiento climático.
Actualmente el yeso se usa en forma de placas laminadas con celulosa para mejorar el aislamiento térmico y repeler parte de la humedad, sin embargo, aún se requiere de capas adicionales de aislamiento sonoro y anti humedad. Aunque la instalación de esta placa es sencilla, resultan frágiles, lo que dificulta su transporte y requieren de una manipulación cuidadosa que no siempre es posible en la construcción.
Desde hace varias décadas, el yeso ha ido cediendo paso al poliestireno expandido, popularmente conocido como Telgopor, como superaislante barato, sencillo de usar y versátil. Se trata de un material ya muy conocido por nosotros, ya que se usa en gran parte de los materiales de construcción y también como protección y embalaje para productos frágiles.
Un aislante eficiente y versátil
El poliestireno expandido ha reemplazado al yeso en muchos elementos de la construcción, tanto para la instalación de techos flotantes, como aislante térmico, así como también en molduras y revestimientos. Esta versatilidad es posible gracias a su estructura compuesta por diminutas esferas que forman una sustancia similar al corcho, pero con una densidad extremadamente baja.
Es liviano, resistente y tiene una muy baja conductividad energética, por lo que mantiene las temperaturas de manera eficiente, ahorrando energía y presupuesto en calefacción y aire acondicionado. Sobre todo, destaca la propiedad del Telgopor de poder fabricarse en todo tipo de formas y medidas, lo que permite colocarlo fácilmente en cualquier lugar de la construcción para proteger y aislar.
Este superaislante es un material artificial que no representa riesgos para la salud y es totalmente inerte, por lo que no produce combustiones ni reacciones que pudieran ser nocivas o degradar el material. Además, es completamente impermeable, por lo que mantiene la humedad a raya usando una placa que pesa lo mismo que una hoja de papel. Esto también representa muchos menos desechos.
Algunos inconvenientes por solucionar
Aunque el poliestireno expandido ha representado una gran ayuda para reducir la huella de carbono en la construcción, reduciendo la cantidad de material empleado y el transporte necesario, todavía tiene algunas contras. Para empezar, es un material derivado del petróleo, por lo que su fabricación es altamente contaminante y no es posible reciclarlo adecuadamente, así que no se adapta a una economía circular.
También es un material inflamable y con poco aislamiento acústico, por lo que se debe revestir con capas de protección y bloqueo sonoro, lo cual resulta inconveniente para varios tipos de construcciones. Pero, a pesar de todo esto, sigue manteniendo hasta ahora muchos beneficios por encima del yeso como revestimiento y aislante, por lo que sigue ganando terreno a medida que se mejora su fabricación.
El futuro del poliestireno expandido
Mientras avanzamos hacia nuevas y fascinantes tecnologías de construcción como las casas que se construyen como si fueran LEGOS, el viejo y conocido Telgopor sigue ocupando un lugar de gran importancia en este sector. La clave será desarrollar métodos de fabricación sustentables que nos permitan aprovechar las propiedades de este material sin perjudicar el medio ambiente.
