¿Cuántas veces no has observado la Luna detenidamente y te has preguntado qué hay en su interior? Esa misma interrogante se la había hecho la comunidad científica todos estos años antes y después de que el hombre pisara nuestro satélite natural, pero ya se pudo conocer lo que está dentro, constituyéndose en el descubrimiento del siglo.
Después de medio siglo esto fue lo que encontraron en aquellas rocas de la Luna
La Luna desde tiempos remotos ha sido el centro de atención por diversos motivos. En el pasado se le atribuyeron poderes mágicos y fue considerada durante muchos años como una deidad que tenía una gran influencia sobre las mareas, las plantas, los animales e incluso los seres humanos.
Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial los científicos astrónomos volcaron su atención hacia este satélite natural y animaron la idea de estudiarla a fondo a través de un acercamiento, es decir, llegar hasta ella y tomar las muestras que hicieran falta.
Mientras tanto se fueron creando hipótesis que pretendían explicar muchos aspectos de la Luna que hasta ese momento se desconocían y uno de ellos era la materia que conformaba el núcleo interior. Para ello fue importante la recolección de muestras lunares que se hizo durante los viajes del programa Apolo.
Ahora un estudio internacional recientemente publicado ha finalizado con un debate de más de 50 años cuando parece haber confirmado una hipótesis sobre la composición interior de nuestro satélite natural establecida por la comunidad científica y que hace referencia a un núcleo sólido similar al de la Tierra.
Le pusieron punto final a una controversia con la comprobación de una hipótesis muy íntima
En el estudio el grupo de científicos conducido por Arthur Briaud, astrónomo adscrito al Institut de Physique du Globe de Paris, realizó un hallazgo esclarecedor de evidencias demostrativas de la presencia de una estructura interna en la Luna, las cuales fueron encontradas en 380 kilos de materia rocosa.
Las evidencias se sustentaron inicialmente en los aportes del programa Apolo que se desarrolló entre 1969 y 1972, especialmente en relación al estudio de las rocas lunares que fueron recolectadas y analizadas y que constituyeron la base de la geología lunar que actualmente se conoce.
Antes de que el hombre pisara la luna se había generado un intenso debate entre expertos que dio lugar a varias hipótesis sobre el origen y composición del único satélite terrestre, pero no fue hasta ahora que el grupo científico en el reciente estudio ha puesto fin a la controversia.
Las rocas y polvos lunares constituyeron la base de varios estudios que ayudaron en el descarte de varias creencias y a su vez la confirmación de una hipótesis en torno a una composición interna que hace referencia a la existencia de un núcleo sólido y hasta podría llevar a la posibilidad de crear una Luna en la Tierra.
Después de todo no es tan distinta a la Tierra: Tiene una atractiva dureza interior
El hallazgo efectuado por el equipo de científicos confirma que la Luna no representa un cuerpo caracterizado por la inercia porque su interior presenta características semejantes a las terrestres debido a la existencia de un núcleo metálico que ha condicionado la evolución.
Este centro lunar estaría constituido por dos capas completamente diferentes, una externa de naturaleza dúctil cuyo espesor alcanza los 362 kilómetros y otra interna de carácter macizo con unos 258 kilómetros de grosor y de 7.822 kg/m3 de densidad. Estas dos capas constituyen el 15% del radio total lunar, una proporción que da fe del hallazgo realizado.
Esta comprobación del núcleo de la Luna no se originó de un solo estudio sino del cotejo de variados datos originados de mediciones láser efectuadas desde la superficie terrestre durante el desarrollo de los diferentes programas espaciales, así como de simulaciones computarizadas recreativas del dinamismo interno lunar.
En conclusión, este descubrimiento del siglo que finalmente revela lo que hay dentro de nuestro satélite natural zanja un debate en el que muchos se preguntaban por algún romántico secreto escondido en su interior, aunque otra empieza a abrirse y es que recientemente encontraron algo en la Luna que lo cambia todo.
