Las investigaciones astronómicas permiten conocer lo que ocurre más allá de nuestro planeta, y con frecuencia aportan nuevos conocimientos. Sin embargo, hay que destacar que la Tierra aún esconde muchos secretos inimaginables, y las nuevas tecnologías los están sacando a la luz, uno de ellos es el reciente descubrimiento del siglo bajo el Pacífico, se trata de todo un mundo perdido de hace 4000 millones de años.
Factores externos e internos han moldeado el planeta
Nuestro planeta ofrece a primera vista numerosas maravillas naturales que en su mayoría ya han sido exploradas, pero eso constituye apenas su corteza superficial. Esta área ha recibido la influencia de las fuerzas y elementos celestes que la han moldeado a lo largo de su existencia, pero también existen factores internos que han ayudado a darle forma, y que están en constante movimiento para seguir modificándolo.
Desde hace algún tiempo, y experimentando con las más recientes tecnologías, un equipo de investigadores ha tenido la oportunidad de observar con más claridad los fenómenos que se encuentran ocultos en las propias entrañas de la Tierra. Esta actividad les permitió realizar el descubrimiento del siglo bajo las aguas del Pacífico, donde se encuentra un mundo perdido de hace 4000 millones de años.
Una nueva comprensión acerca de la Tierra
Los geofísicos de la ETH Zurich estudiaron el manto terrestre, un área que separa la corteza terrestre del núcleo, que es todo un mundo bajo la Tierra, y donde hallaron algo que le dará un giro a lo que se creía saber acerca de esta. Se trata de ciertas regiones con unos elementos atípicos que se encuentran en lo profundo del océano Pacífico, y que no deberían estar allí, aunque ya hay algunas posibles explicaciones.
En ese gran espacio que se encuentra a muchos kilómetros bajo la Tierra, y que ocupa un 84% de su espacio, es una masa compacta que actúa como una sustancia pastosa que genera un movimiento gradual, pero que tiene tanta fuerza que le proporciona la tectónica a las placas terrestres (este hallazgo es similar al del continente hundido). Esto les permite moverse entre sí, lo que da origen a las áreas de subducción.
Pero lejos de esas áreas de subducción, no deberían detectarse irregularidades como las que hallaron los científicos en las profundidades del Pacífico. Ellos plantean que puede tratarse de restos de unos 4000 millones de años de antigüedad de cuando se formó la tierra, o de una gran aglomeración de piedras con alto contenido de hierro o sílice que se han ido reuniendo durante millones de años.
Nuevos instrumentos revelan lo que oculta el Pacífico
El estudio del manto terrestre no se puede realizar de forma directa, por eso los científicos emplean la observación de ondas sísmicas, y anteriormente se podía examinar solo un tipo de estas. Sin embargo, con la llegada del método Full Waveform Inversión, o inversión completa de formas de onda, se pueden incluir la totalidad de las ondas producidas por el seísmo, brindando un panorama más amplio.
La información obtenida es introducida al supercomputador Piz Daint que tiene la capacidad de gestionar grandes cantidades de información. Con la integración de ambas herramientas tecnológicas fue posible la detección de las regiones que presentaban una configuración diferente en las profundidades del océano Pacífico, lo que ha planteado nuevas posibilidades que todavía deben ser corroboradas.
Concluyendo, los geofísicos de la ETH Zurich realizaron un gran descubrimiento bajo las aguas del Pacífico, donde se detectaron unas irregularidades que no deberían estar allí porque esa no es un área de subducción del manto terrestre. Podría tratarse de restos de unos 4000 millones de años de antigüedad de cuando se formó la tierra (este es un descubrimiento tan importante como este que hizo China en Marte).
