Desde que comenzó la preocupación por el cuidado del medio ambiente, el mundo se ha dado a la tarea de buscar fuentes energéticas que no emitan gases de efecto invernadero, que sean ecológicas y sostenibles. Aquí te traemos este combustible producido en Dinamarca y que es 1.000 veces más potente que el hidrógeno.
Japón tiene el hidrógeno, pero esta es la respuesta de Dinamarca
Las empresas Vestas, Topsoe y Skovgaard Energy, las cuales se dedican al sector de la industria de las energías renovables en desarrollo y producción de combustibles, que se encuentran ubicadas en Ramme, Dinamarca han construido e inaugurado una planta creadora de amoniaco verde.
Este hecho es anunciado en el más reciente informe de la Asociación Española del Amoniaco Renovable (AEAR). Por lo tanto, aunque Japón tenga el hidrógeno como combustible verde, los daneses le dan respuesta con este producto que ha demostrado ser muy efectivo en este sector.
La producción del amoniaco verde usando el hidrógeno como materia prima
Por la facilidad de producir amoniaco a partir del hidrógeno, es equivalente a ser 1.000 veces más potente como combustible y fuente de energía. Aunque tiene como desventaja su nivel de toxicidad. Por otra parte, esta fábrica en Dinamarca se distingue por ser la primera en su tipo referente a la energía que utiliza.
Puesto que la misma proviene totalmente de fuentes renovables. Ya que su electricidad es originada desde un parque que se encuentra muy cerca y que fusiona energía fotovoltaica con la eólica. Lo innovador es que son redundantes entre sí, es decir, que cualquiera de ellas soporta la demanda total.
Generalmente, operan compartiendo la carga pero en caso de que disminuya la producción de alguna de ellas por cualquier razón, la otra está en la capacidad de asumirla sin problemas. De esta forma la producción será constante e ininterrumpida. En lo referente a las fuentes de energía, tenemos lo siguiente.
Antes de la construcción de la planta, ya se contaba con seis turbinas eólicas marca Vestas modelo V80 que generan, cada una, 2 MW de potencia eléctrica. El proyecto contempló la instalación de módulos solares del tipo bifacial, para mayor producción, cuya capacidad combinada máxima es de 50 MW.
De hecho, por vez primera una fuente de energía renovable es conectada a una fábrica de amoniaco verde, en forma directa. Una de las innovaciones del equipamiento utilizado, es su operación dinámica la cual ajusta la producción, disminuyéndola o aumentándola, en función de las fluctuaciones de electricidad.
Ya que la disponibilidad de energía eólica y solar depende de factores climáticos. Ello hace que a la larga la eficiencia sea optimizada haciéndola más rentable. Con esta energía limpia se alimenta un electrolizador para producir hidrógeno separándolo de la molécula de oxígeno en el agua.
Posteriormente, se sintetiza el amoniaco verde. En esta fase se combina el hidrógeno gaseoso con nitrógeno, el cual es obtenido del aire de Dinamarca. A esta técnica se le conoce como Síntesis de Haber – Bosch y es un método de “bucle de síntesis” adaptado para operar con las intermitencias de las energías renovables.
El producto final: es ideal para ser utilizado en el campo
Esta planta en Dinamarca producirá, al año, 5.000 toneladas de amoniaco verde, con lo cual se evitarán 8.200 toneladas de emisiones de CO2 en el mismo periodo. Su uso se circunscribe a la agricultura, en forma de fertilizantes y a la industria como portador de hidrógeno y combustible ecológico.
En conclusión, con la entrada en servicio de esta fábrica de amoniaco verde, Dinamarca destroza la hegemonía de Japón con el hidrógeno verde. Si bien es un combustible tóxico, por la facilidad de producirlo, resulta 1.000 veces más potente que el gas de donde procede.













