Los ecologistas piden frenar este combustible renovable: es peor que seguir con la gasolina un siglo más

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Publicado el: 2 de abril de 2024
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ecologistas, biocombustibles de soja

Justo terminamos la semana pasada descubriendo este combustible que producen las plantas y verás pronto en tu coche, aunque ahora comenzamos una nueva con otro hallazgo que nos deja impactados. Los ecologistas están en pie de guerra para frenar uno de los combustibles renovables que más estaba ilusionando en la Unión Europea. ¿La razón? Eso es, precisamente, lo más curioso e inesperado de todo.

Los biocombustibles, ¿una solución renovable? Hay quienes creen que no

Desde hace varios años, se ha estado innovando con un grupo de carburantes que no emiten gases nocivos para la atmósfera, ni en su producción, ni tampoco en su combustión. Entre todas las denominaciones que han recibido, hay una que ha sido más aceptada por los autores: hablamos de los biocombustibles.

El cáñamo, el aceite o incluso la madera pueden considerarse como tales, y no son pocos los proyectos que buscan fabricar gasolina con ellos. Lo cierto es que este tipo de materias primas son absolutamente ecológicas, pero ¿te imaginas si el suministro mundial de madera fuera escaso?

Que te hayamos formulado esta pregunta tiene todo el sentido del mundo: los ecologistas están preocupados por los biocombustibles de soja, que cada vez se utilizan más. Son una solución limpia y eficiente, pero no del todo renovable, de acuerdo con más de 30 ONG.

Una materia prima tan sencilla, pero poco renovable: así son los biocombustibles

El principal problema es que la soja no se produce igual de rápido que otros materiales que dan lugar a los biocombustibles. En consecuencia, no es posible crear grandes campos de cultivo para su producción y el avance sería bastante más lento, lo que obligaría a recurrir a métodos industriales.

Otra de las claves negativas está en el consumo de agua. ¿Te haces una idea de cuánta es necesaria para mantener un cultivo de soja? Cada temporada necesita un caudal de hasta 600 mm continuos, algo que no se da en la Unión Europea (por no hablar de las condiciones de humedad, que no son las idóneas).

Pero no nos quedemos solo en lo que está pasando ahora, ¿qué sucederá en un futuro? La Unión Europea es consciente de que la sequía que estamos atravesando es cada vez más grave, lo que dará lugar a que tengamos menos agua para la agricultura. En este sentido, las ONG creen que no es el mejor momento para la soja.

Incluso con las condiciones climáticas actuales, ni siquiera conseguiríamos reemplazar para siempre la gasolina o el diésel. Lo más cerca que hemos estado son los combustibles de bajo carbono de los que te hemos hablado en ocasiones anteriores, como los que ahora Repsol ha empezado a traer a España.

El último problema, la falta de innovación y su efecto en cadena

Las 30 ONG que se han manifestado en contra de los biocombustibles de soja han querido dejar algo claro. En ningún caso están en contra de la descarbonización en el transporte —todo lo contrario, es una de sus reivindicaciones históricas—, pero sí tachan la «innovación vacía».

Este fenómeno, al que en anteriores ocasiones hemos mencionado como greenwashing, está vinculado a la escasa innovación en un ámbito, mientras se promociona todo lo contrario. En este caso, la investigación en la soja causaría una ralentización en otros, como el hidrógeno o la electricidad.

Como has visto, los ecologistas quieren acabar con los biocombustibles de soja de manera repentina e irreversible. El daño que, supuestamente, se está causando al planeta, no compensa que la movilidad del futuro vaya a ser más renovable. Sin embargo, también hay un avance que parece haberse quedado en un paso atrás. ¿De cuál te hablamos? Este es el motivo por el que los coches eléctricos están ardiendo.