El auge de la IA está llevando a un campo de conocimiento totalmente nuevo que está impulsando avances tecnológicos tan veloces que llegan a despertar cierto resquemor en algunos sectores. Tal es el caso del ejército de robots que Estados Unidos está desplegando con el fin de triplicar su capacidad de energías renovables sin la masiva cantidad de mano de obra que esto requeriría.
Un ejército de autómatas para alimentar a más autómatas: ¿Te suena conocido?
En un complejo contexto en el que Estados Unidos compite con China por las energías renovables, los ingenieros norteamericanos desarrollado una innovadora solución para poder suplir su creciente demanda energética sin afectar al medio ambiente. Esta demanda se debe no sólo a la necesidad de cumplir con los objetivos de sustentabilidad, también tiene mucho que ver con las IA.
Y es que, para que una inteligencia artificial pueda hacer su magia, requiere de gigantescos centros de datos que demandan una cantidad de electricidad que llega a superar al consumo de países enteros.
Para ponerse a la par del gigante asiático, Estados Unidos ha desarrollado y probado exitosamente el robot Máximo, un autómata cuya función es cargar e instalar paneles solares con gran precisión sin ningún tipo de asistencia humana. AES Corporation es la empresa detrás del ejército de autómatas que ya ha conseguido instalar casi 10 MW de energía solar en parques fotovoltaicos de prueba.
Un robot trabajador capaz de aprender y reconocer el terreno superando todos los límites
Máximo es la demostración en la práctica de las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial. Posee la capacidad de reconocer el terreno y aprender para mejorar su eficiencia y trabajar con la mayor autonomía posible. Según han comentado los directivos, el mayor desafío fue evitar que el robot se deslumbrara al encontrar superficies reflectantes mientras reconocía el terreno.
No es que el robot se ciegue ante el reflejo de la luz como si tuviera ojos orgánicos, sino que su capacidad de entender las superficies que debe atravesar radica en la comprensión de los patrones de trayectoria de la luz. Un reflejo desvía la luz de la trayectoria predecible y produce datos anómalos en la inteligencia artificial, lo que supone un importante problema.
Esta tecnología de visión artificial es la clave de Máximo, además de su capacidad de aprendizaje continuo para adaptarse a todo tipo de terrenos y condiciones y una avanzada función de reconstrucción de imágenes, que le permite operar incluso en condiciones de baja luminosidad. De esta manera, el ejército de trabajadores robóticos es capaz de operar las 24 horas.
La pregunta que muchos se hacen: ¿Qué pasará con los puestos de trabajo?
Máximo ya ha sido contratado para montar un parque solar en Arizona con una capacidad de 2 GW que alimentará un centro de datos de Amazon con energías renovables libres de emisiones. Según la empresa, para 2025 este robot ya debería haber instalado unos 100 MW de energía solar.
Según consta en los informes, actualmente en Estados Unidos se instalan unos 15.000 paneles solares por hora. Lo que AES busca es incrementar este ritmo hasta unos 50.000 módulos por hora, más del triple. El 90% de las empresas dedicadas a este sector han afirmado tener problemas para conseguir mano de obra calificada, por lo que este ejército de robots inteligentes suplirá el faltante.
El avance de las IA es inevitable: tendremos que adaptarnos a ella
Está claro que el desarrollo de este nuevo ejército de robots constructores será la clave para proyectos renovables como las plataformas eólicas que convierten huracanes en electricidad, acelerando la transición hacia las energías renovables. La mano de obra quedará a cargo de robots que puedan trabajar sin descanso mientras que los humanos tendremos que especializarnos de cara al nuevo mercado laboral.











