Cuando se pensaba que la humanidad estaba progresando ocurrió algo impensable. Se trata de que el ejército de Estados Unidos está llevando adelante una operación en la que está implicada un tipo de energía que ya ha demostrado una altísima peligrosidad y que, por tanto, significa un retroceso hacia el siglo XX.
Un proyecto militar que trae de vuelta al siglo XX
Las fuerzas militares de Estados Unidos siempre están buscando innovar y renovar su equipamiento, y para lograrlo se valen de lo mejor de las ciencias modernas para poder crear nuevos tipos de innovaciones. Actualmente, están trabajando en el proyecto Pele, cuya finalidad es la de construir un reactor nuclear.
Lo suficientemente compacto para que pueda ser transportado fácilmente hacia cualquier destino donde ellos lo consideren necesario. Esta vendría a ser la primera central atómica de cuarta generación en ese país. Esto significa que vuelve con más fuerza una energía más propia del siglo XX que del XXI.
La energía nuclear es un arma de doble filo
Han pasado muchos años desde que se inició el conocimiento y la aplicación de la energía nuclear, que siempre ha estado ligada al área militar, aunque también fue aprovechada para la obtención de electricidad. Y a pesar de que puede resultar muy útil en esa área, los riesgos derivados de su uso siempre están presentes.
Las tecnologías que existen hoy en día tienen la capacidad de llevar al mínimo esos peligros, y de hecho ya van por las plantas nucleares de IV generación, que están dando sus primeros pasos, y aún están en pleno desarrollo en la mayoría de los países. Aunque China lleva la delantera, y ya tiene una en pleno funcionamiento.
Esas nuevas clases de centrales nucleares se diferencian por completo de las que están funcionando actualmente. Lo más resaltante es que son más seguras porque fueron diseñadas especialmente para asegurar que el núcleo utilizado sea más estable. Y se saca un mayor provecho de este, creando menos residuos.
Además, requieren una inversión mucho menor porque son más eficientes y necesitan menos personal. Otro punto importante que están desarrollando los científicos para ese nuevo tipo de reactor es la seguridad, pues se busca que no haya accidentes y que, si los hay, solo afecten a sus propias instalaciones.
Otro factor que hay que tener en cuenta es que, si se compara este tipo de energía con otras más recientes como el hidrógeno verde, solo valdría la pena implementarla si su rendimiento puede ser superior, debido a los riesgos implicados en su uso. Y las plantas de IV generación, aparentemente, cumplen este requisito.
El ejército de Estados Unidos necesita una central nuclear portátil
El ejército de Estados Unidos está llevando a cabo el proyecto Pele con el apoyo de la empresa BWXT Advanced Technologies, que se especializa en el desarrollo de soluciones nucleares para la seguridad. Su finalidad es la de fabricar una central nuclear que se pueda transportar fácilmente, y que sea una fuente de energía segura.
Es muy probable que este reactor de IV generación sea el primero de su tipo que se desarrolla en ese país. Aunque se están construyendo otros, este resulta más urgente porque será la fuente energética con la que contarán en diferentes campañas. Y se espera que en realidad sea tan eficaz y seguro como dice la teoría.
En conclusión, el ejército de Estados Unidos está decidido a aprovechar todos los beneficios que ofrece una central nuclear de IV generación en sus campañas militares. Y con el proyecto Pele van a contar con esa energía, que al menos en la teoría puede ser mucho menos peligrosa que cuando se usaba en el siglo XX.
