Los edulcorantes son sustitutos alimentarios para el azúcar que no contienen calorías y se utilizan con el fin de evitar sus consecuencias negativas. Por este motivo son muy utilizados por quienes se preocupan por su figura como parte de su dieta, por aquellos que sufren de enfermedades propias del metabolismo como la diabetes y por los que desean evitar su futuro padecimiento. En general, resultan muy prácticos para endulzar pero ahora se sabe que pudiesen influir negativamente en la salud humana.
Los edulcorantes: lo que debes saber sobre ellos
Estos son elementos empleados para endulzar bebidas y comidas, los cuales no tienen calorías ni otros aditamentos que posee este añadido. Por otra parte, estas sustancias tienen un índice glucémico muy bajo, es decir, su consumo no produce picos de glucosa en sangre, por lo que no causan elevación de insulina. Debido a esta causa son muy recomendados, aunque en cantidades moderadas, en distintos regímenes alimentarios.
De acuerdo a su origen, se clasifican en artificiales y naturales. Entre los últimos están el monk fruit y la stevia, aunque en los dos casos no son las plantas propiamente dichas las que se usan, sino un extracto puro de ellas. Ahora, de los artificiales, podemos mencionar los más populares que son la sacarina, sucralosa y el aspartame. Estos son los más utilizados en los productos llamados light y se agregan al café, infusiones y postres.
Parece que son tan peligrosos como prácticos para endulzar
La revista digital especializada en higiene mental llamada Neurology®, ha encendido la polémica con un artículo que publicó en septiembre de 2025 respecto a una investigación realizada en Brasil. Concretamente en la Universidad de São Paulo referida a los efectos a largo plazo, que podría tener el endulzar bebidas y alimentos con sustancias edulcorantes artificiales, sobre la salud cognitiva a largo plazo.
Este estudio fue realizado en un periodo de ocho años, donde fueron evaluados más de 12 000 adultos, entre sanos, pre-diabeticos y diabéticos que oscilaban de los 20 a los 65 años de distintos estratos sociales. Se determinó que el consumo exagerado de estos compuestos puede causar un deterioro de las funciones cerebrales bastante acelerado, solo comparable a la letalidad del café con ciertos medicamentos.
Así que endulzar con edulcorantes artificiales podría causar un envejecimiento cerebral equivalente y proporcional adicional de 1,6 años, lo que depende de las particularidades físicas y mentales del individuo. Por otra parte se detectó que, entre los menores de 61 años, el deterioro cerebral era más notable, lo que se demostró con pruebas psicológicas. Principalmente las que median la capacidad de memoria y fluidez del habla junto con las de comprensión.
Pero… ¿cuánto es la cantidad segura de edulcorantes que puedo consumir?
En los estudios, las personas que usaban más de estas sustancias para endulzar sus alimentos llegaban a consumir 191 miligramos al día. Pero de acuerdo a estas mismas investigaciones, se recomienda un máximo de 20 miligramos diarios, claro que lo ideal es no consumir ni azúcar ni edulcorantes. En el caso del aspartamo, esto equivale, aproximadamente, a una lata de refresco del tipo dietético en 24 horas.
Pero, entre estos agregados, el que más se consume es el sorbitol por ser el comúnmente usado por los fabricantes. Sin embargo, la determinación de esta cantidad no es tan sencilla de calcular en las llamadas “bebidas y alimentos light” ya que estos productos incluyen varios de estos elementos combinados. Por lo que su consumo en ellos, es mayor del que nos podemos imaginar.
Para finalizar, aunque resultan prácticos y parecen ser inocuos para la salud al endulzar con ellos, en realidad son tan peligrosos como estas micropartículas que son cancerígenas para el pulmón. Pueden ser naturales y artificiales, pero los que pueden hacer daño es el consumo en exceso de estos últimos por lo que se recomienda ingerir, como máximo, 20 miligramos al día. Un estudio ha arrojado que aquellos quienes consumen cantidades más grandes pueden sufrir deterioro a largo plazo de las funciones cerebrales asociadas a la memoria y expresión oral.








