Una energía está regalando 250 GW al mundo, pero España la rechaza y la quiere lo más lejos posible de sus costas. La alta huella ambiental que dejan los combustibles fósiles ha obligado al mundo a buscar nuevas alternativas de abastecimiento, recurriendo incluso a la perforación de este supervolcán. Las renovables parecen ser la única vía posible para cubrir las necesidades energéticas del ser humano sin comprometer al medio ambiente.
Una de las energías que está tomando mayor relevancia en la actualidad es la eólica marina. Los parques eólicos marinos están ocupando varios titulares por su tamaño y por lograr el respaldo de gobiernos de todo el mundo. El impulso a la energía eólica marina se considera una manera de bajar la dependencia de los fósiles y acelerar el camino hacia la energía neta cero y traer nuevos puestos de trabajo, contribuyendo al progreso económico.
Sin embargo, todavía deben superarse varios retos para amplia su tecnología. Cabe destacar que la energía eólica marina es una fuente de energía limpia y renovable que aparece con el aprovechamiento de la fuerza del viento generada en alta mar, donde este alcanza velocidades mayores y más constantes por la inexistencia de barreras.
España no quiere ni oír hablar de esta energía: otorga 250 GW al mundo
El suelo marino presenta un problema en España, por lo que está negada a la implementación de la eólica marina. La firma española Iberdrola alerta sobre la inviabilidad de la ejecución de proyectos eólicos marinos en España por su alto costo. Además, su presidente, Ignacio Sánchez Galán, que ya ha inaugurado su cuarto parque eólico marino en Francia, ha reconocido que el problema de España le impide apostar por esta forma de energía.
Puede alcanzar hasta 1.000 metros de profundidad y no dispone de una plataforma continental óptima para este tipo de tecnología, por lo que declara que la solución radicaría en las eólicas flotantes. El problema de incluir este sistema en el suelo marino de España es todavía es una tecnología incipiente, costoso sin suficiente experiencia a nivel global. Además, la ejecución de proyectos a nivel nacional ha sufrido varias complicaciones burocráticas, puesto que deben efectuarse con una planificación detallada sobre las zonas aptas y después con una convocatoria de subastas.
La compañía española advierte que es una tecnología tres o cuatro veces más cara, presentando un reto para la competitividad a corto plazo. Pero esto no quiere decir que de cara al futuro no vaya a seguir desarrollándose. El estudio continúa con el fin de mejorar los prototipos. Por otra parte, el Ministerio lanzó una regulación para las subastas eólicas marinas para avanzar en los proyectos offshore.
Esta energía impacta a España, que la quiere lejos de sus costas
La nueva regulación está ubicada en la Hoja de Ruta para el desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. Busca llegar a una cantidad entre 1GW y 3GW de energía eólica y 60 MW de otras fuentes renovables marinas para 2030. Para agilizar la concreción de proyectos fueron definidas 19 zonas de alto potencial con 5.000 kilómetros de aguas de España cubiertas.
Pese a los retos que tiene por delante España con su suelo marino, el país continúa afianzándose como el quinto país con más capacidad eólica del mundo. Aunque el país europeo no cuenta con las mismas condiciones geográficas del Mar del Norte, una zona con poca profundidad y un contexto que facilita el uso de este tipo de infraestructuras, sigue trabajando en su desarrollo tecnológico para implementar este tipo de energía a gran escala.
En definitiva, España sigue trabajando en este tipo de energía que, según las previsiones del sector, tendrá una capacidad de 250 GW instalada para 2030. Un marco que se une a la regulación de la energía eólica marina, de la que te contamos más en este artículo.
