Existe una curiosa fuente energética que viene a ser la gran solución para la actual crisis de energía que azota a todo el planeta, además es sostenible, ecológica y no emite gases de efecto invernadero a la atmósfera. La misma, dependiendo del país, tiene un color. En España es verde, en Australia es azul y en Japón es roja.
La rara energía que tiene un color dependiendo del país donde se produzca
Esta energía es el hidrógeno, el cual debemos aclarar que es un gas que no tiene color pero que generalmente tiene una codificación de colores. Con ella, dependiendo de la forma de producirlo, se le asigna un color. Hay diferentes procesos para su separación ya que debes recordar que no se encuentra en forma pura.
Si no que se encuentra combinado con otros gases de los cuales debe ser aislado. Hay diferentes procesos para poder separarlo, entre ellos podemos mencionar la gasificación del carbón que es el de más bajo costo, por pirolisis que es una degradación térmica e incluso partiendo de los hidrocarburos y muchos más.
Una fuente energética que España puede aprovechar a gran escala
Esta energía curiosamente tiene diferentes colores según el país donde se produce. En Japón es rojo ya que es generado a partir de procesos nucleares. Mientras que Australia prioriza el hidrógeno azul, que se produce a partir del gas natural y evita las emisiones de CO2 capturándolas y almacenándolas.
España, por su parte, siguiendo con su política de cuidado ambiental, produce el hidrógeno verde utilizando el método de la electrólisis. Que separa las moléculas de este gas de las de oxígeno del agua. Es una forma muy sostenible y ecológica de obtenerlo ya que la fuente energética usada es renovable.
En este sentido, se utiliza este elemento como sustitución de los combustibles fósiles entre ellos el carbón, el petróleo y el gas natural, tomando gran auge en todo el territorio de la península. Siendo la generación de electricidad renovable el uso más común, haciendo que este recurso sea más barato.
La UE estima que España producirá unos 10 millones de toneladas para el autoconsumo, así como otros 10 millones que estarían destinados a la exportación, esto enmarcado en el plan Horizonte 2030 y en línea con el proceso de descarbonización que se aspira sea del 50 %, o más, en el año 2050.
Sin embargo, es necesario afrontar desafíos como la optimización de la tecnología de conversión, la disposición de los cupos necesarios en la industria de los catalizadores, la creación de la infraestructura necesaria y la reducción de costos del proceso. Siendo este último el más difícil de enfrentar.
Pero España está en plena capacidad de superar estos retos. En este contexto, lleva adelantada parte importante de la infraestructura de energía como el Centro Nacional del Hidrógeno de Puerto Llano, el hidroducto que conecta esta localidad con Sevilla, los corredores ente Aragón y Francia, H2 Med, entre otras.
Tareas y proyectos nuevos pendientes en el camino a la descarbonización
Debemos fortalecer una cadena de valor que acerque la tecnología hacia la industria, y viceversa, mientras construimos una respuesta que haga que esta energía acelere la descarbonización. En esta dirección se ha avanzado a través de las subastas que ha hecho el Banco Europeo del Hidrógeno.
Asimismo, es necesario que se haga realidad el corredor para la interconexión Atlántica que incluye proyectos como la planta de H2 Sarea de Nortegás de inyección de hidrógeno verde en la actual red de transporte de gas natural y la planta que fabricará membranas para extraer hidrógeno del metanol y amoniaco.
En conclusión, esta energía es obtenida de diferentes maneras según el país. Aunque en España se sigue el proceso ecológico para la creación del hidrógeno verde a partir del agua. No obstante, para su consolidación como solución hacen falta algunos proyectos y actividades.












