Actualmente, el uso del hidrógeno como fuente de combustible gana cada vez más adeptos, sin embargo, cuando hablamos de su origen, cada quien tiene sus preferencias. Un ejemplo es la «energía maldita» morada que España posee bajo el suelo pero que se teme que salga en esta región.
Energía maldita morada: ¿vuelven los reactores nucleares como fuente de energía?
El hidrógeno púrpura, también denominado energía maldita morada, es un tipo de este gas que es un subproducto de la electrólisis del agua, impulsado por energía nuclear durante el proceso de generación de electricidad. Es un proceso muy eficiente para la creación de esta energía.
Pero como consecuencia de la creación de otro tipo. Asimismo, este elemento produce muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero y CO2. A pesar de esta última característica, la adopción del hidrógeno púrpura como fuente energética es mínima si lo comparamos con otros.
La región de mayor producción de hidrógeno púrpura en España
Existen muchas instalaciones en el mundo que producen este elemento utilizando reactores nucleares. Pero la mayoría se encuentran en los Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido y China, siendo este último país el que ocupa el primer lugar referente a la capacidad de producción.
Aunque en España hay una región que también produce hidrógeno morado o energía maldita a niveles industriales. La misma es Cáceres y también se caracteriza porque genera su propia electricidad en plantas nucleares. De hecho, es la región que está más nuclearizada de nuestro país.
Debido a los orígenes de este gas, los expertos prefieren que no salga en esta región, en cuanto a su producción. Y ello es porque significaría un nuevo auge de la energía nuclear que casi nadie desea. Aunque, estemos claros, el hidrógeno púrpura es una opción a considerar seriamente.
A pesar de la resistencia de la mayoría de los países. En este sentido, de acuerdo a los datos sobre hidrógeno con bajas emisiones de Global Data, actualmente hay unas 2.296 plantas productoras de hidrógeno en el mundo, pero de la llamada energía maldita solo existen 20.
Es justo mencionar que, aunque el hidrógeno morado requiere de una inversión inicial cuantiosa, representada por la construcción de un reactor nuclear, presenta una gran estabilidad energética. Tampoco posee los problemas de intermitencia por condiciones climáticas como ocurre con el verde.
A pesar de estas ventajas, la energía maldita morada pareciera tener sus días contados, por lo menos en España. Esto se debe a que el proceso de desnuclearización, que implica el desmantelamiento de reactores, estará completado para el 2030 o 2035.
La seguridad: el mayor problema del hidrógeno púrpura
Esta es una de las causas por las que se le llama la energía maldita. Por otra parte, se presenta el debate abierto sobre si es o no sostenible aunque se está de acuerdo que, por lo menos en condiciones normales, no es contaminante y prácticamente con cero emisiones de CO2.
A pesar de estas ventajas, sigue presente el tema de la seguridad. La empresa privada y los gobiernos han conseguido excelentes avances en este terreno, en el sentido de que los reactores sean inmunes a desastres naturales, guerras, soporten muy altas temperaturas y sean autorregulados.
Por esto, es probable que la energía nuclear vea un renacimiento. A pesar de ello, la desconfianza existe, por eso es que resulta tan difícil conseguir inversionistas y, sobre todo, el apoyo público. Mientras tanto, regiones como Cáceres en España seguirán adelante con la producción.
Concluyendo, como puedes ver, la energía maldita es buena o es mala dependiendo de los ojos que la vean. En España, está la región de Cáceres que la tiene bajo el suelo, pero que los expertos temen que salga, porque ello implicaría un accidente nuclear.
