Los combustibles son los elementos esenciales para que pueda funcionar el transporte, al igual que todas las industrias. Y esa es precisamente la razón por la cual el mundo está en vilo, pues lo que ocurre en esta región puede provocar una catástrofe global de grandes proporciones, debido a la energía negra.
La energía petrolera afecta la economía mundial
A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho para tratar de dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles, estos siguen afectando a toda la economía del mundo debido a la constante fluctuación de sus precios. Ante cualquier posibilidad de conflicto en Oriente Medio, de inmediato ocurre una reacción.
Lo que tiene en vilo a los mercados es la escalada del conflicto entre Irán e Israel, que incrementa la probabilidad de que se cierre el estrecho de Ormuz. La preocupación generada por esta situación causó un aumento del valor del petróleo, y si esta tendencia se mantiene, puede provocar una crisis económica global.
El petróleo sigue moviendo a todo el planeta
El calentamiento global está impulsando numerosas iniciativas para encontrar una fuente de energía limpia que pueda sustituir a los combustibles fósiles. Hasta ahora eso no ha sido posible, y hasta el día de hoy siguen siendo imprescindibles tanto para el transporte como para el funcionamiento de las industrias.
A pesar de ser un factor que tiene tanta relevancia para muchos países, se ha visto afectado por los conflictos que existen en el Oriente Medio. Justamente, esta región ha sido noticia durante los últimos días debido al conflicto que existe entre Irán e Israel, cuyas consecuencias mantienen en vilo al mundo.
La razón es que se está hablando acerca de la posibilidad del cierre del estrecho de Ormuz, un lugar de gran valor estratégico, porque por allí transitan a diario unos 20 millones de barriles de petróleo. Esto representa un 20 % de lo que se consume en el planeta, y la pérdida de esta energía puede ser una catástrofe global.
Pues, además de lo que significa la carencia de este combustible y sus derivados, también va a generar un caos en los mercados económicos mundiales debido a que sus precios aumentarían de forma descontrolada. Un ejemplo de esto es que el Bank of America calculó que podría llegar a los 250 USD, poco más o menos.
La relevancia del petróleo es de tal magnitud, que la mera posibilidad de un cierre en el estrecho de Ormuz elevó de forma inmediata los precios del Brent, que llegó a los 80 USD. Y si esto ocurriera, los consumidores de petróleo enfrentarían una crisis por falta de energía, que tendría consecuencias realmente graves.
El 20 % del petróleo pasa por el estrecho de Ormuz
La crisis energética que podría provocar el cierre del estrecho de Ormuz puede tener una dimensión inimaginable porque significaría la pérdida del 20 % del petróleo que se requiere a nivel mundial. Es una cantidad prácticamente imposible reponer en el corto plazo, y los precios podrían llegar a ser inalcanzables.
Lo que complica aún más la situación, es que la OPEP, que concentra a los grandes productores, indicó que, aunque pueden aumentar su producción, no pueden hacerlo de forma inmediata ni en cantidad suficiente para suplir por completo la falta de esta energía. Solo queda esperar que no pase de ser una amenaza.
Concluyendo, es evidente que la sola amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz ha generado tanto nerviosismo en el mercado mundial que ya se pueden ver aumentos en los precios del petróleo. Y el gran poder que tiene esta energía negra, puede causar una crisis económica y energética que afecte a todo el mundo.












