Hasta hace algunos años, la energía más peligrosa del planeta parecía condenada a la extinción, tendencia que se debía a la posibilidad de accidentes y a la continua generación de desechos que eran de difícil eliminación. Sin embargo, debido a la actual crisis energética, se ha visto un renacimiento ya que es una fuente que no provoca emisiones de gases de efecto invernadero y es prácticamente inagotable.
Una nueva oportunidad con renovada tecnología
La nueva generación de estos dispositivos, llamados Pequeños Reactores Modulares (SMR por sus siglas en inglés), son equipos cuyo armado se realiza en fábrica y que luego serán trasladados hasta su sitio definitivo de instalación como una sola pieza. Por ser modulares, se puede definir el nivel de potencia a suministrar de acuerdo a las necesidades energéticas del cliente.
Esta modularidad permite que la central suministre electricidad, aunque con capacidad reducida, con uno de estos equipos mientras se construyen e instalan los otros SMR. Otras ventajas es que son mucho más baratos, tanto en su adquisición como en su puesta en servicio ya que esta es muy simple, requiere una superficie de terrenos mucho más pequeña y su consumo de agua es sensiblemente menor.
Un sistema de muy rápida expansión por todo el mundo
Se ha dado una amplia difusión a la tecnología SMR en lo referente a la reducción de costos que implica, la ausencia de emisiones de gases de efecto invernadero y su seguridad mejorada, entre otras ventajas. Lo que ha hecho que de manera gradual se vaya incrementando el interés por su masificación entre diferentes marcas fabricantes, así como por varios gobiernos que quieren adoptar esta fuente de energía.
Cada uno de los principales desarrolladores mundiales de estos equipos ha destinado ingentes cantidades de recursos (incluso se ha hablado de que han invertido en la investigación de reactores domésticos). Entre ellos podemos mencionar a Rolls-Royce SMR, que ha logrado alcanzar ser la primera compañía licitante de Great British Energy del Reino Unido para la construcción de una gran flota de estos reactores en el país.
Asimismo, se cuenta con la empresa GE Vernova Hitachi que firmó un contrato para la investigación y construcción de un grupo de reactores para ser instalados en Tennessee, Estados Unidos, Saskatchewan en Polonia y Darlington en Canadá. Otra empresa que entra al negocio pisando fuerte es Samsung Construction & Technology quien ha suscrito contratos en varios países de Europa.
Pero también hay gobiernos que se han interesado en esta energía, aunque no han establecido contratos como Rumania, que quiere tener un SMR antes de cerrar el 2030. Por otra parte, China está trabajando en su reactor Linglong – 1 y Rusia avanza en sus versiones terrestre y marítima de estos equipos, todos de la tecnología SMR. Por lo que se espera que la masificación de estos aparatos sea una realidad antes del 2050.
La inteligencia artificial como la mayor impulsadora de la nuclear
El desarrollo de la inteligencia artificial es el principal motivo de la masificación de la energía nuclear debido a la enorme cantidad de energía que demanda. Por esta razón, las grandes tecnológicas como Google, Microsoft, OpenAI, Meta, entre otros, se han decidido por la creación de unidades que les provean electricidad de manera exclusiva e independiente hallando que la atómica es su mejor opción por precios, potencia y control.
Concluyendo, la energía más peligrosa, como es llamada la nuclear, se esparce por todo el planeta con una gran rapidez, gracias a la nueva tecnología modular SMR que promete ser muy segura y eficiente (de hecho, Europa exige cada vez más fuentes de estas aunque no entienda muy bien lo que ocurra después). Esta expansión se debe a que cada vez más empresas están invirtiendo en investigación y desarrollo de reactores de tecnología SMR.











