El nombre de generador de estrellas es la denominación que generalmente recibe uno de los tipos de reactores de fusión, pero sus condiciones de operación son tan extremas que también le llaman «máquina del infierno». Aquí te contamos más acerca de esta infernal creación (es una metáfora, por supuesto).
Un generador de estrellas capaz de acabar con el planeta entero
En 2015 se terminó de construir el Stellarator, un tipo de reactor de fusión nuclear, y fue bautizado con el nombre de Wendelstein 7-X, siendo desarrollado en forma experimental y hasta ahora los resultados han sido prometedores.
Este reactor experimental se instaló en Alemania, específicamente en Greifswald, dentro de las instalaciones del Instituto Max Planck para la Física del Plasma, con el fin de obtener energía mediante la fusión nuclear pero de forma diferente a la de los tokamak, otro tipo de reactor.
Aparte de la forma como operan estos tipos de reactores para contener a las estrellas, existen amplias diferencias físicas entre ellos, puesto que los Stellarator son similares a una rosquilla que se retuerce sobre un eje y el tokamak se parece más a un dónut.
Además, los tokamak emplean campos magnéticos creados por bobinas que actúan como confinadores del plasma, mientras que los Stellarator son mucho más complejos al no haber corriente en el interior del plasma.
Pese a la complejidad de estos últimos reactores los experimentos han ido avanzando y entregando buenos resultados; por ejemplo, en febrero del año pasado se pudo alcanzar 1.3 gigajulios de energía durante 8 minutos sin parar.
Sin embargo, pese a los resultados exitosos obtenidos durante los experimentos, es bastante riesgoso el aprovechamiento de energía en los Stellarator conteniendo una estrella por un determinado tiempo, principalmente debido a las altas temperaturas alcanzadas.
Por qué llaman máquina del infierno a estos reactores de fusión nuclear
Como las estrellas no pueden contenerse en la forma que lo hace el reactor de fusión que todos conocemos, el sol, mediante atracción gravitacional, entonces debe lograrse el aprovechamiento de energía de otras formas.
En el caso del Stellarator, este confina el plasma (combustible) con la creación de un campo magnético a una temperatura tan alta como la del infierno, o al menos eso se supone, nada menos y nada más que a ¡150 millones de °C!
Se trata de la demostración fehaciente del grado de control alcanzado en la fusión nuclear que se lleva a cabo en la Tierra, pero los científicos quieren ir mucho más allá: una máquina capaz de producir una mayor cantidad de energía que la empleada en la operación, y para ello han puesto a competir al Tokamak y el Stellarator.
La maquina infernal está rompiendo récords tan difíciles que son difíciles de creer
El tokamak es un tipo de reactor que presenta como ventajas una mayor robustez y un diseño sencillo, mientras que la principal bondad del Stellarator es que alcanza niveles de operación continua, aunque en detrimento posee una sofisticada y compleja estructura que puede estar sujeta a inestabilidades.
Aunque los resultados obtenidos en el experimento ITER realizado en los últimos diez años demuestran que el tokamak representa un confinamiento magnético seguro, las pruebas realizadas con Stellarator mediante el dispositivo Wendelstein 7-X hacen pensar en una pronta era de reactores de fusión comerciales.
El repunte de Stellarator destaca especialmente con los logros obtenidos de la última estrategia utilizada que han denominado «Cinta de Moebius» y en la que se alcanza una configuración establecida por superordenadores que permitirá obtener el nivel de calidad necesario para un reactor.
En conclusión, la nueva configuración magnética obtenida en el generador de estrellas con que se trabaja en Laboratorio Nacional de Fusión hace pensar que una nueva generación de stellarators está a la vuelta de la esquina.











