La producción de energía renovable se ha transformado en un hito de gran importancia para los países que buscan generarla de forma que sea sin el uso de fuentes que produzcan emisiones de gases de efecto invernadero y partiendo de métodos poco ortodoxos pero muy efectivos. Aquí te traemos un ejemplo de una nación que la producen incluso sin importar que no descansen en paz. Veamos cómo es esto.
Las fuentes energéticas renovables: la mejor arma en la lucha contra el cambio climático
La forma más sencilla de explicar lo que son las fuentes renovables de energía es que son aquellas que se obtienen de la naturaleza, utilizando factores que son inagotables o que se regeneran en forma muy rápida pero que no son dañados en el proceso. Tienen la ventaja de ser un bastión en la lucha contra el cambio climático y no son contaminantes porque no producen CO2, al contrario, son descarbonizantes.
Las mismas son usadas para generar electricidad limpia y entre las principales están las de origen eólico, donde se aprovecha la fuerza de viento mediante las turbinas eólicas y la fotovoltaica que se obtiene a partir del sol usando paneles solares y tiene la particularidad de que también se puede producir calor a través de dispositivos solares térmicos. Esta última es la más popular por ser la más barata y fácil de mantener.
Una ciudad con un particular proyecto de generación de energía eléctrica
Saint-Joachim es una pequeña ciudad como tantas de la campiña francesa, sin embargo, la misma ha concebido un proyecto para la autogeneración de electricidad que se basa en la ubicación de paneles solares sobre el cementerio de la localidad. El sistema, que ya se encuentra en construcción, tendrá una capacidad de 1,3 MW y dará electricidad proveniente de una fuente limpia.
Esto, al contrario de la que les llega por la red convencional que es generada a partir de combustibles fósiles (aunque también se da un caso similar en una localidad española). La cubierta solar del cementerio estará conformada por 5000 módulos solares de tecnología bifacial para aprovechar los rayos del sol reflejados por las aguas del pantano, ya que el camposanto se encuentra en la marisma de Brière.
Lo que causa inundaciones especialmente en la época de invierno haciendo más grande el área de reflejo. Adicionalmente, los paneles solares a utilizar son semitransparentes por lo que dejan pasar la luz, esto se hizo tomando en cuenta la alta sensibilidad del sitio. Una faceta que es clave de este proyecto es la implementación de un innovador algoritmo que garantiza un reparto equitativo de la energía entre los que participan.
Este sistema tomará cada 30 minutos las lecturas de consumo. Con ellas la empresa que opera la red podrá hacer los cálculos y aplicar las deducciones que correspondan. Para ser parte de este proyecto de energía renovable, cada hogar que así lo desee solo tiene que inscribirse pagando una cuota de cinco dólares. A cambio, el ahorro estimado anual está entre los 200 y 250 dólares en la facturación por electricidad.
¿Quiénes apoyan esta iniciativa?
Este proyecto está valorado en 3,35 millones de euros y es financiado, en su totalidad, por los tributos logrados a través de un 7 % de incremento en los impuestos sobre la propiedad. Asimismo, cuenta con el respaldo y asesoramiento de la asociación de energía renovable de Francia llamada Brier’energie y de la Fundación de Francia que es un ente independiente que reúne a corporaciones y filántropos.
En conclusión, en esta pequeña localidad francesa tienen un proyecto para producir energía que se ubicará en un lugar poco común: el cementerio de la ciudad (será tan innovador como este invento que permite transformar la madera en electricidad). Lo mejor es que está hecho pensando en el autoconsumo de la comunidad por lo que esta participa dando tan solo una cuota de inscripción de cinco dólares.
