Muchos quieren saber cómo se siente enfrentar una crisis real o cómo reacciona el cuerpo cuando se está totalmente aislado, lejos de cualquier ayuda y comodidad. Pues bien, hay una «escuela» que ofrece exactamente eso: una experiencia garantizada que es brutalmente real, sin suavizar los detalles. Es un programa que te saca de tu zona de confort y te somete a condiciones extremas de aislamiento y dificultad, donde cada día es un reto de supervivencia y gestión de crisis. La promesa es clara: no será fácil, y definitivamente, tampoco será divertida.
Una escuela muy diferente
Para muchos, el sueño de infancia era convertirse en astronauta, pero no podemos negar que es un camino casi imposible de encontrar, lleno de dudas ¿Qué hay que estudiar? ¿Qué tipo de entrenamiento se necesita? Y aunque las agencias espaciales seleccionan a unas pocas personas, el interés por la vida extrema en el espacio es global y el camino es muy confuso.
Ahora existe una «escuela» que le permite a cualquier estudiante vivir la experiencia real de una misión espacial, sin suavizarla. Es un programa que te saca de tu zona de confort y te somete a las condiciones extremas de un viaje a otro mundo, pero este entrenamiento no se da en un campus moderno, sino en un lugar que fue diseñado para el secreto total.
La base de operaciones se encuentra oculta bajo la espesa niebla de los Alpes suizos, dentro de una antigua fortaleza supersecreta construida por el gobierno suizo durante la Segunda Guerra Mundial. Es un sitio frío, oscuro y aislado, listo para el desafío. Esta iniciativa se llama Asclepios, un proyecto liderado por estudiantes que simula la vida en una base lunar.
Básicamente, los participantes son aislados por más de dos semanas dentro de una red de túneles excavados en la montaña (a solo 6 grados), un escenario que imita las «cuevas» que existen en la Luna. El objetivo es que los estudiantes internacionales sientan en carne propia los retos físicos y mentales de vivir fuera de la Tierra.
Vivir en la Luna de la Tierra
Si te sorprendiste con el plan de Elon Musk en la Luna, debes quedarte a conocer este programa, que se llama Asclepios como el hijo de Apolo, lo que simboliza que están siguiendo la meta de volver a la Luna. La simulación se hace en una fortaleza secreta en Suiza, a gran altura, con 3.5 kilómetros de túneles oscuros y fríos que imitan las cuevas de la Luna.
Durante dos semanas, los participantes viven en sitios muy pequeños, comen comida deshidratada (como la de los astronautas) y hacen experimentos. Para hacerlo más duro, evitan la luz del sol; incluso sus «caminatas lunares» fuera de la base se hacen de noche. El objetivo es que la experiencia sea lo más real y difícil posible.
Este proyecto no es un juego, sino que ayuda a la ciencia de verdad. Estudian cómo afecta a las personas estar en oscuridad constante, midiendo su sueño y sus hormonas. Los resultados sirven para que la NASA y otras agencias sepan cómo cuidar mejor a los futuros astronautas, y también ayudan a quienes trabajan de noche en hospitales o en otros entornos cerrados.
Un camino abierto para astronautas
Asclepios fue creado para que estudiantes de más de 60 países tuvieran una idea muy cercana de lo que es intentar ser astronauta, emulando los procesos de entrenamiento reales. Lo más extraordinario es que la experiencia se ofrece de forma gratuita a los seleccionados, algo que no sucede en otras simulaciones que son muy costosas.
Asclepios ha logrado convertir un sueño de infancia en una experiencia tangible y extremadamente dura para los estudiantes de todo el mundo. Al vivir en túneles subterráneos, aislados y enfrentando retos tecnológicos y psicológicos, los jóvenes no solo se entrenan, sino que generan conocimiento científico valioso. Este programa demuestra que la nueva carrera espacial no se ganará solo en los cohetes, sino en la capacidad de la humanidad para ser eficiente, resiliente y cómoda en la incomodidad, sentando las bases para el día en que realmente regresemos a la Luna. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos sobre un yacimiento encontrado el espacio.








