¿Sabías que España posee territorios en la Antártida? Te contamos todo sobre la isla española donde nuestros compatriotas resisten las agrestes condiciones del continente blanco a 12000 kilómetros de sus hogares. Aunque no se prohíbe el acceso, como en el caso de estos tres «agujeros negros» de Europa, es muy poco probable que llegues a conocer este territorio español.
España conquista el continente blanco: ¿Cómo viven los españoles en el polo sur?
El continente antártico, ubicado en el punto más austral del planeta, completamente cubierto de hielo y nieve desde hace millones de años, es uno de los sitios más atractivos para los científicos. En este inhóspito lugar hay una gran abundancia de formas de vida en las zonas costeras, como focas, pingüinos, lobos marinos y otras especies que son capaces de sobrevivir a este tipo de climas extremos.
La Antártida es el continente con la altura media más elevada, unos 2000 metros sobre el nivel del mar, y se estima que es una fuente invaluable de conocimiento científico, ya que se trata de una extensión de millones de kilómetros cuadrados de territorio prácticamente inexplorado. Esto ha convertido a esta tierra en el escenario de una serie de leyendas urbanas y mitos conspirativos.
La isla Livingston, en el archipiélago de las Islas Shetland del Sur, es la porción antártica que pertenece a España y donde se ha instalado la base Juan Carlos I. Estás instalaciones, con capacidad para albergar a 51 científicos y gestionada por el CSIC, se mantiene operativa desde entonces. Le llevó 17 años al oceanógrafo Antoni Ballester para convencer a las autoridades españolas de aprobar este proyecto.
Una base habitada 3 meses al año: ¿Qué busca España en la Antártida?
Los terribles vientos, las temperaturas extremas y la ausencia casi total de acceso a cualquier tipo de recurso indispensable para la vida hacen que sólo sea posible habitar la base antártica durante los tres meses del verano austral. Durante este periodo, el continente blanco se llena de fauna y actividad y se desarrolla la campaña antártica española.
Las interminables extensiones congeladas son un terreno sin explorar que esconde, bajo capas de cientos de metros de hielo, una infinidad de vestigios de la época en que estaba habitado por todo tipo de plantas y criaturas. Los expertos españoles asentados en la base llevan a cabo estudios de microbiología, geología y las propiedades del campo magnético terrestre.
La base Juan Carlos I, con una superficie de 1735 metros cubiertos, cuenta con todas las instalaciones necesarias para el desarrollo de la vida de los científicos que se dedican a conocer más sobre el continente blanco. La base mantiene comunicación y realiza colaboraciones con otras instalaciones cercanas, uniendo el conocimiento y trayectoria de científicos de todas las nacionalidades.
El Tratado Antártico: un compromiso entre todos los países del mundo
El Tratado Antártico, en vigor desde 1961 entre Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos; establece una serie de condiciones para el uso de las tierras que componen el continente blanco. No puede usarse ni para fines militares, ni mineros o cualquier otro tipo de explotación.
Las únicas instalaciones que existen en estas tierras son las que emplean los científicos que llevan a cabo sus investigaciones. En la región española se llevan a cabo también importantes descubrimientos acerca del impacto climático de nuestras actividades, ya que nuestra base tiene un excelente acceso a formaciones y ecosistemas únicos e idóneos para recoger datos sobre este tema.
España: un laboratorio natural que no deja de sorprender
El gobierno español dedica una gran cantidad de recursos para la investigación de los tesoros naturales de nuestras tierras. Más cerca de nuestra península, podemos encontrar una gran variedad de instalaciones científicas en la Islas Canarias que permiten estudiar desde la actividad volcánica y geológica hasta el cielo y las estrellas.








