España está bajo el escrutinio del mundo entero y lo mantiene en vilo sobre si hará la desconexión nuclear a pesar de todas las advertencias, principalmente dirigidas a un déficit de electricidad que puede ser del 20 % que es la demanda actualmente cubierta por la energía nuclear. Esta es considerada energía limpia y sin emisiones de gases de efecto invernadero, aunque sigue siendo contaminante.
España se debate entre la energía renovable pero peligrosa
Es indudable que la energía nuclear posee muchas ventajas como fuente de electricidad, en el sentido de que es limpia y ecológica además de que tiene un origen que es prácticamente inagotable. Sin embargo, aún se discute sobre si es sostenible ya que genera elementos muy contaminantes por ser radiactivos, una condición que es muy peligrosa para la salud humana y el ambiente si no se manejan adecuadamente.
Por su parte las energías renovables, sobre todo la solar y la eólica, que son las más usadas en España, no producen desechos contaminantes, no requieren de infraestructuras especiales y su fuente es infinita y resulta muy barata. Pero tienen la desventaja de ser estacionales, es decir, dependen de las condiciones climáticas, aunque a esto se le ha dado la solución de almacenarla en baterías, pero como electricidad DC.
El gran apagón que lleva adelante España
Según el acuerdo suscrito en 2019 entre el gobierno de España y las operadoras de las centrales nucleares, el cierre de estas últimas será de forma escalonada entre el 2027 y el año 2035. Aunque las últimas semanas ha resurgido el debate sobre si el sistema energético será viable al eliminar estas instalaciones. Por lo que el mundo está en vilo respecto a si la península lo hará a pesar de las advertencias hechas.
Y por lo que se ve, nuestro país cumplirá con lo pautado referente al cierre por varias razones técnicas, además del peligro que representan (tal y como se plantea, todo empezará a cambiar para esta forma de generación). Se le considera una forma energética que tiene gran rigidez respecto a los picos de demanda en las estaciones de verano e invierno, a diferencia de las renovables.
Que muestran una gran flexibilidad. Esto se debe a que, cuando es necesario, los reactores no pueden detener su generación en forma abrupta sino que se debe hacer un procedimiento programado de apagado e, igualmente, cuando se desean arrancar. Mientras que los sistemas de las renovables pueden ponerse en pausa inmediatamente y ser colocada en modo generación en pocos minutos.
Esto porque basta desconectarlos y dejarlos funcionando en vacío sin carga. Por otra parte, ya se posee suficiente energía renovable para cubrir la demanda de la atómica, por lo que a España ahora le toca invertir en su almacenamiento, aunque obviamente deberá seguir creciendo en este tipo de generación. Estas baterías absorberán el exceso de energía para inyectarla a la red cuando haya un incremento en la demanda.
Una energía que será barata
A pesar de las advertencias, España seguirá adelante con la desconexión de las centrales nucleares ya que, además de ser gratuita en su generación, también es muy barata cuando se utiliza la que está almacenada. Pero de hecho, se han desconectado parques solares y eólicos porque no hay suficiente demanda. Se dice que con la nuclear va a pasar lo mismo que con el carbón, que fue cerrado por el mercado.
En definitiva, el mundo está en vilo respecto a la decisión que tomará España de la desconexión de las renovables, lo cual hará a pesar de todas las advertencias y en función de tener un mundo mejor y con menos riesgos (siguiendo los pasos de Alemania al apagar esta peligrosa energía). Esto por la generación de residuos tóxicos que son los primeros en ser liberados al ambiente en caso de un accidente.
