Es común que en la temporada de invierno los combustibles se encarezcan por aquello de que la demanda podría superar la oferta, mientras que en los meses estivales su precio tiende a la baja. Pero este año España teme un “invierno negro” por lo que la energía temblará y no será de frío precisamente.
La evolución de estos últimos años del precio del combustible en España
El gas predominante en la mezcla del Gas Licuado de Petróleo (GLP), para uso doméstico, es el butano que es la mejor alternativa al natural. En el 2015, a través de la Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, se implementó en España un nuevo sistema para fijar su precio.
Desde esa fecha el costo del butano ha sido oscilatorio, bajando en verano y subiendo en invierno. Entre el 2021 y el 2022 tuvo un máximo histórico de 19,55 euros, luego comenzó a bajar en el 2022 hasta mediados de este año, pero en noviembre de 2024 su costo nuevamente subió a 16,61 euros.
El precio del butano: una constante variación dada por periódicas revisiones
El GLP envasado en cilindros de alta presión, conocido como botellas de butano, no está liberado respecto a su precio, sino que el mismo es sometido a revisiones periódicas cada seis meses y el nuevo costo comienza a regir desde el tercer martes. Para esta revisión se toman en cuenta varios factores.
Cuya suma determina el nuevo precio. Estos son los gastos de flete o transporte, el valor que para ese momento tiene el gas embotellado en el mercado internacional y las variaciones del tipo de cambio del dólar frente al euro. Pero todo ajuste, bien sea a la baja o al alza, tiene como límite un 5 %, es decir, esta será la variación máxima.
Ahora, en caso de que estos factores impliquen un aumento o disminución en el precio mayor a un 5 %, entonces tendrán un efecto acumulativo a aplicarse en revisiones subsiguientes. Este invierno, el combustible que es usado en áreas rurales y urbanas que no poseen red de distribución de gas natural, sufrirá un incremento.
El cual será de un 4,27 %, lo que representa un aumento de 68 céntimos de euro respecto al costo de las bombonas en verano, lo que es realmente una exageración. Con esta publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE) se sigue con la tendencia al alza que comenzó en la última revisión con un 3,8 %.
Por otra parte, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España ha propuesto el cambio en la fórmula de cálculo para establecer el precio de comercialización de la energía. Esto debido a factores como las consecuencias de la pandemia del COVID – 19 y la guerra de Ucrania.
Esta revisión comenzó el cinco de noviembre. Otro punto interesante es que, por diversos motivos, el consumo doméstico del gas ha ido decayendo, puesto que entre el año 2010 y el 2023 la demanda ha disminuido en un aproximado del 25 %, para ubicarse en 64,5 millones de botellas de diferentes capacidades en España.
Otra mala noticia: la huelga de repartidores que afecta la disponibilidad del envase
Este invierno, aunado al encarecimiento del butano, está la huelga de repartidores en España. La que se hace escalonadamente e inicia el 4, 13 y 21 de noviembre y luego el 29 del mismo mes y el 5, 11, 17 y 23 de diciembre, lo que afectará la entrega de unos 150.000 cilindros de butano diarios.
En conclusión, este nuevo precio del gas correspondiente a la revisión de noviembre es una mala noticia para el presupuesto de los hogares de España, puesto que es mayor que hace una semana. Además, la huelga de repartidores hará más difícil la disponibilidad en los hogares y comercios de este combustible.












