Mientras en el mundo se discuten proyectos de instalación de grandes estructuras para generar energía renovable, como este parque de aerogeneradores, capaz de reducir el consumo de los combustibles fósiles y encaminarse hacia la autosuficiencia energética y sostenible, en algún sitio de España se divide la población por la discusión del oro maldito que se encuentra en sus entrañas y el sueño de hacerse ricos.
Medio poblado español se niega a la explotación del oro maldito y a las ventajas económicas
Según diversos estudios y análisis geofísicos del suelo de una localidad del interior de España, se encontraría el mayor yacimiento de oro a cielo abierto de Europa, y aunque es de público conocimiento los invalorables dividendos que podrían atraer, crece la reticencia de media población.
La ciudad a la que hacemos mención es Tapia de Casariego, una villa colorida y marítima ubicada al noroeste de España de la que se conocen su puerto pesquero y deportivo, la práctica del surf y la capilla de San Sebastián, pero especialmente por la mina de oro maldito que la atraviesa.
Y su maldición lleva a esta ciudad a agrietar las opiniones de sus habitantes entre quienes desean el avance de la explotación minera para desarrollar su economía, crear nuevas fuentes de empleo y obtener importantes cifras por su venta, y los que no están de acuerdo con las consecuencias ambientales.
En esta vereda de en frente se agrupan vecinos, artesanos, pescadores y agrupaciones ecológicas que se oponen a todo contrato de explotación de la mina de oro de España en tanto podría perjudicar gravemente el ecosistema y provocar una contaminación sin retorno.
¿Por qué se considera maldita a la mina de oro de Tapia de Casariego?
Las mil y una idas y venidas de presentaciones de proyectos, discusiones del concejo, estudios geográficos y pruebas económicas sumadas a todas las negativas por parte de empresas y el municipio vuelven a este tema una maldición.
Y es que cuando todo parece encajar a la perfección, los inversores reciben el rechazo municipal, y cuando las leyes parecen darles la razón a los privados, son los habitantes quienes sales a la calle con sus carteles inscriptos con la frase “Oro NO” a repudiar las iniciativas.
Esta es la historia sin fin de una localidad de España que en vez de sacar provecho del incalculable tesoro que la naturaleza les legó, el yacimiento se convierte en un dolor de cabeza que amenaza la tranquilidad de su pequeño poblado de 4.000 habitantes.
Los análisis indican que la región de España podría ser billonaria
Si tenemos en cuenta los datos fehacientes realizados por los inversores, se estima que la mina de oro de España contendría unos 300.000 kilos del metal precioso deseosos de ser explotados, lo que equivaldría a precio de cotización actual a unos 1.700 millones de euros.
Los diversos proyectos presentados desde años inmemoriales en beneficio de explotar el yacimiento han sido hasta hoy revocados, dados los informes ambientales presentados en los que se exponen los terribles daños al suelo, al agua y a la salud de la población como consecuencia de la extracción de oro.
La última solicitud que espera de su aprobación y quién tendría los derechos de explotación es la empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), en una iniciativa en la que se invertirían más de 100 millones de euros para explotar durante 14 años y extraer unos 30 mil kg de oro.
¿Se hará realidad la explotación del oro maldito?
La empresa es optimista y para ello ha dispuesto un comienzo de obra para el 2025 dado que la planificación presenta mejoras considerables para el ambiente, con metodología sostenible y sin perjuicio de contaminación. Sin embargo, ya se presentaron más de 1297 alegaciones que refutan esta teoría.
Y así continúa este drama que causa polémicas y debates en todas las reuniones sociales y en bares de la localidad de España, discutiendo los pros y los contras de cada sector en los que abundan más la incertidumbre que las certezas. Seguiremos de cerca este caso para ver su desenlace. Mientras tanto, el agua continúa siendo potable en Tapia y eso que no han utilizado esta innovación.











