La transformación energética encuentra a los países potencia del mundo desarrollando grandes inversiones para producir energía renovable que los lleve a la sustitución de los combustibles fósiles y en un futuro hacia la autosuficiencia. Los parques eólicos diseminados por el planeta auguran buenos resultados y el desafío para España ahora está en crear nueva energía desde el mar.
La energía eólica en España, una oportunidad que estamos aprovechando (quizá demasiado)
Mientras que el país asiático chino, dueño de la energía eólica se encuentra desarrollando los parques eólicos más monumentales y optimizando aerogeneradores en tecnología y tamaño para conquistar la nueva energía desde el mar, en Europa y más precisamente en España se incentiva la planificación.
Nuestro país cuenta con amplia riqueza marítima y posición estratégica para captar los vientos del océano y producir nueva energía para posicionarse mundialmente como productores y exportadores. Sin embargo, hay algunas cuestiones a solucionar.
Ocupando el cuarto lugar en generación eólica luego de China, Alemania e India, España es un país líder del sector con alrededor de 1.300 parques eólicos que suministran alrededor de 30 GW de potencia, pero todos ellos ubicados en la península.
Tan solo uno de ellos ubicado en las Islas Canarias representa a la generación offshore o marítima, aportando 5GW a la potencia total, por lo que se considera clave para el futuro de las renovables preparar el terreno para las regulaciones y políticas que incentiven a la nueva energía que podría generar billones.
Datos de la nueva energía offshore: los mares nos van a producir más electricidad que el Sol
Con el despertar de esta nueva energía proveniente de la corriente marina, los países apuestan a proyectos eólicos offshore para descarbonizar su economía.
Según los datos precisados por el World Forum Offshore Wind, durante el primer semestre de 2023 se añadieron 5,6 GW de capacidad eólica marina, alcanzado los 63,2 GW instalados en todas las plantas marítimas.
En toda Europa existen 6091 aerogeneradores repartidos en 122 parques eólicos que totalizan unos 30,267 GW. Sin embargo, China se encuentra activando colosales aerogeneradores que ofrecen 16 MW y su potencia energética marina alcanza los 30 GW, lo que equivale a la mitad del total generado mundial.
Es por ello que el Centro en Regulación en Europa (CERRE) incentiva a las naciones y sus gobiernos a desarrolla políticas activas para destrabar los permisos necesarios y las habilitaciones administrativas y generar acuerdos entre países vecinos para fomentar la creación de nueva energía desde el mar.
Acuerdos y normativas en España para incentivar los proyectos eólicos marinos: un «pero» que debemos resolver
El caso español es un tema que urge resolver ya que los proyectos de energía eólica marina implican distintas variables a tener en cuenta como el estudio exhaustivo de la ubicación, el cuidado de la biodiversidad, y los costos que la inversión conlleva.
No obstante, uno de los aspectos fundamentales por el que la tecnología offshore no se ha establecido en España es la profundidad de su plataforma continental. En este sentido, el 99,6% de los molinos europeos están anclados al subsuelo marino y en España esto es inviable.
La reducida capacidad de su plataforma continental hace que, al alejarse unos pocos metros de la costa, la profundidad alcance los 3.000 a 4.000 metros. Los proyectos que se analizan incluyen la instalación de aerogeneradores en plantas flotantes, lo que genera nuevos desafíos.
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) está realizando esfuerzos para que se regule el sector y comiencen los proyectos que demandarán entre 500 y 1.000 millones de euros de inversión para potenciar la infraestructura portuaria que generará la nueva energía.
Para ello se elaboró el Libro Blanco de la Industria Eólica Marina por el que se estima que la nueva energía eólica aportará al PIB unos 6.116 millones de euros entre 2025 y 2030 y generará unos 7.500 puestos de trabajo. De esta forma ocurrirá el denominado “Efecto Tractor”
Así ha elegido en llamarlo el Libro Blanco, considerando que la nueva energía impulsará a otros sectores como la industria naval, siderúrgica y metalúrgica, empujando la economía local y nacional. Se destaca la importancia de las alianzas gubernamentales y privadas para el desarrollo de los proyectos y la agilización administrativa para afianzar la energía eólica marina.











