Recientemente, la empresa neerlandesa CEPSA, ha firmado una alianza con una firma española de almacenamiento de energía líquida para impulsar el llamado «Valle Andaluz del Hidrógeno Verde». Ahora, a esta iniciativa se suma un revolucionario proyecto para un nuevo combustible derivado del hidrógeno verde. El mismo pondrá a España como líder en la producción y exportación de energías sustentables.
El nuevo combustible que producirá España
Tras el anuncio de una colaboración energética entre España y Países Bajos, una nueva firma apunta sus intereses hacia nuestro país para impulsar el mercado del e-metanol. La razón del creciente interés por nuestra Península de parte de las compañías de energía, es la sólida infraestructura y la constante inversión en energías renovables. Esto ha llevado a que tengamos la energía más barata de Europa.
El e-metanol es un derivado del hidrógeno verde que permite producir energía limpia al tiempo que se puede capturar CO2 del ambiente, consiguiendo así un valor de CO2 negativo, ya que convierte electricidad de fuentes renovables en H2. Este gas de hidrógeno luego se mezcla con el dióxido de carbono del aire, reduciendo la contaminación y produciendo metanol verde o e-metanol.
La empresa de origen danés European Energy, está preparando cuatro proyectos de producción de e-metanol en Andalucía, Cataluña, Galicia y Aragón. Cada una de estas plantas dedicadas al nuevo combustible reportaría inversiones de entre 700 y 1000 millones de euros. Con este ambicioso presupuesto, España se ubicaría cómodamente como el país líder energías limpias en Europa.
España, líder en hidrógeno verde
Para producir e-metanol, es crucial el uso de energía eléctrica, que conforma entre un 60% y un 70% del coste total de producción del nuevo combustible. Lo que se hace es separar moléculas de hidrógeno del agua por medio de electrólisis. Estas moléculas libres luego se combinan con CO2 extraído del aire, consiguiendo así un nivel negativo de emisiones. El e-metanol se usa en una gran variedad de aplicaciones.
La razón por la que nuestro país ha despertado tanto interés, es debido a la extensa infraestructura de energía eólica, fotovoltaica y de otras fuentes renovables y limpias. Esto permite a estas compañías de e-metanol realizar proyectos más ambiciosos gracias a los costes más accesibles para la electricidad que van a demandar estas plantas.
European Energy planea replicar la fórmula para el éxito de Kassø, un proyecto que demostró grandes resultados al convertir energías de origen renovable en productos libres de emisiones de CO2 como este nuevo combustible verde. Estas colaboraciones entre diferentes territorios permite aprovechar de manera más eficiente los recursos que abundan en cada región por medio de la economía circular.
Aplicaciones para el e-metanol
El nuevo combustible que empezará a producirse en estas plantas ofrece aplicaciones que podrían reducir en gran medida las emisiones. El e-metanol puede emplearse en motores de combustión convencionales con una reducción del 90% de de emisiones. También se emplea para producir electricidad y como materia prima para la industria química.
Considerando que uno de los obstáculos más importantes para el uso masivo de metanol verde son los costes asociados a la infraestructura, la red de producción y logística que están construyendo estas alianzas multinacionales supone una solución brillante. Al colaborar con otras regiones podemos compensar lo que es escaso en una zona a cambio de lo que abunda en el territorio local.
El mercado del nuevo combustible verde
En la actualidad, el e-metanol ya empieza a usarse en aplicaciones como el gran motor Scania de 13L que usa metanol verde. Los proyectos que están atrayendo estas importantes inversiones para nuestro territorio representan una red de infraestructura para un mercado creciente de combustible verde cuya demanda se espera que aumente a 300 millones de toneladas anuales de e-metanol.
