La comunidad autónoma de España que fue República por 5 días: no es Cataluña, y nadie se acuerda hoy

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Publicado el: 22 de abril de 2024
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España, República Galega

La riqueza geográfica y cultural de España es incomparable, y lo pudiste comprobar al conocer el desconocido país independiente de la península Ibérica. Sin embargo, no es el único con el que nuestra propia historia nos deja helados. ¿Sabías que una comunidad autónoma fue república durante 5 días? No hablamos de Cataluña, sino de otra que igualmente conoces muy bien.

La comunidad de España que se convirtió en república: hoy nadie lo recuerda

La República Galega fue un breve episodio de la historia de Galicia que tuvo lugar el 27 de junio de 1931, en los convulsos años previos al estallido de la Guerra Civil Española. Se trató de una declaración unilateral de independencia que duró tan solo 5 días —aunque hay quienes lo reducen a uno o tres—.

Fue proclamada como un protoestado por un grupo de nacionalistas gallegos liderados por Pedro Campos Couceiro y Antonio Alonso Ríos. Contó con apoyo popular, pero no logró consolidarse ante la rápida reacción del gobierno de la República en Madrid, que envió fuerzas militares para sofocarla.

Aunque fracasó en su objetivo independentista, la República Galega marcó un hito en las aspiraciones autonomistas de la región y el deseo de una parte de la población de lograr mayores cotas de autogobierno. Hoy en día es un episodio poco recordado de la historia gallega, opacado por lo que pasó después.

El apoyo popular de la República Galega, impresionante y abrumador

La proclamación de la República Galega fue recibida con apoyo mixto por parte de la población gallega. Por un lado, miles de personas salieron a las calles a celebrar la independencia en ciudades como La Coruña, Ferrol y Vigo. Imagínate el curioso escenario que se tuvo que formar durante esas horas.

Se organizaron manifestaciones masivas a favor de la República, con participación de intelectuales, políticos y ciudadanos gallegos. Sin embargo, otros sectores se mostraron más reticentes o directamente en contra de la separación de España.

Los partidos gallegos de derechas —siguiendo lo que habían anunciado días antes— rechazaron la República, al igual que la jerarquía eclesiástica y los terratenientes. En el campo, muchos campesinos no entendían bien lo que estaba pasando y preferían mantenerse al margen.

La República Galega contó con apoyo popular suficiente para movilizarse, pero no logró convencer a amplios sectores de la sociedad gallega, que veían con recelo o rechazo la independencia. Esto limitó la capacidad del gobierno republicano para consolidar su proyecto ante la inminente reacción de España.

El fin de la República Galega, solo unos días después de haberse creado

La República Galega tomó por sorpresa al gobierno español en Madrid. Primero, las autoridades centrales no supieron cómo reaccionar ante la proclamación unilateral de independencia en una región. Sin embargo, a los pocos días Madrid decidió tomar una postura firme y enviar tropas a Galicia para acabar con la rebelión.

El gobierno argumentó que la República Galega era ilegal y atentaba contra la unidad de España. Madrid envió varios miles de soldados y policías a Galicia, con orden de arrestar a los líderes del movimiento independentista. Las tropas del gobierno español lograron tomar el control de las principales ciudades gallegas.

La presencia de las fuerzas de seguridad españolas en Galicia marcó el fin de la breve República Galega. El gobierno de Madrid demostró que no toleraría intentos secesionistas en ninguna región de España. Fue así como se resolvió una de las etapas más extravagantes de nuestra historia.

Está claro que la República Galega fue una demostración de cómo las realidades históricas son muy diversas dentro de España, una idea sobre la que existe un consenso entre quienes han estudiado el pasado de nuestro país. Pero ¿y qué hay del futuro? Quizá acabemos haciendo como estas naciones que te pagan para que las visites, en una nueva demostración de turismos sostenible que nos encanta.